"Porteñidad de Antaño" (Tercera Parte)

Luego en la segunda se ahonda en motivaciones cristianas,las cuales anudan a distintos devotos alrededor del mundo. https://comunicadorcorporativo.blogspot.com/2025/04/portenidad-de-antano-segunda-parte.html
LOCAL EVANGÉLICO CALLE SUCRE
La labor de los hermanos misioneros y predicadores se inició en la sede de la calle Santa Bárbara; luego dejó de funcionar el Local para darle la bienvenida al Colegio; posteriormente, el Local fue mudado a una pequeña casa ubicada en la calle Sucre, donde funcionaba una imprenta, en la que se imprimían los tratados y una revista cristiana, atendida por las srtas. Sadie Walmsley, Fanny Goff e Inés Chirinos; esa minúscula construcción sirvió de cimiento y expansión para habilitar el actual Local Evangélico.
El hermano canadiense, don Enrique Fletcher, arribó para sumarse a la gran obra porteña.
Los años seguían su curso, y a la vez, los cultos y campañas de predicación se hacían más notorios. Los hermanos cristianos seguían arribando desde Australia, Canadá, Norte de Irlanda y USA, no sólo para ayudar en la edificación del Colegio sino para hacer vida en la ciudad y predicar la palabra.
Hacia los años de 1940, el Local se centraba
entre la Panadería Lourdes y la casa de la familia Maitín.
LOS WILLIAMS Y LOS JOHNSTON
Don Guillermo Williams y su esposa Isabel, nacieron en Aberdeen, Escocia en 1882; ambos fueron criados presbiterianos y a los 18 años se convirtieron en cristianos evangélicos.
Después de creer en el Señor Jesucristo se trasladaron a Canadá donde contrajeron matrimonio en 1905.
Una vez que escucharon la obra del Señor en Venezuela, gracias a la visita que les hiciera don Juan Mitchell en 1908; los esposos Williams decidieron encomendarse a la obra sostenidos por la fe; así, llegaron a Puerto Cabello el 25 de abril de 1910, en el vapor Prins Wilhelm. La ciudad los acogió en la apertura de la asamblea porteña y el empuje de otras que poco a poco Dios les tenía como propósito, paso a paso fueron aprendiendo el idioma siempre ayudados de un gran diccionario.
En 1912, Dios tenía dispuesto un buen consiervo que ayudara a don Guillermo, con quien tiempo atrás había mantenido contacto por correspondencia postal, don Jorge Johnston, oriundo de Toronto (Canadá); quien llegó a tierras venezolanas, el 21 de noviembre de 1912; arribando un año después su novia desde Canadá, con la cual contrajo nupcias en Valencia, el 23 de diciembre del mismo año.
“Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en Él confían” (Nahum, 1:7).
De esta manera los misioneros se enquistaron en esta ciudad marinera, admirando la belleza de la costa.
Las familias, Williams y Johnston, trabajaron arduamente en la misión de Puerto Cabello y Valencia, manteniendo comportamiento de verdaderos siervos de la fe buscando la armonía para el logro de sus cruzadas evangelizadoras.
CONTINUARA EN LA CUARTA Y
ÚLTIMA PARTE
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