Josué D. Fernández A., comunicólogo

  Verdaderamente impenetrable sigue siendo la Luna misma y no el lado que vemos o dejamos de ver, a pesar de antiguas fantasías, postulados y ritos del  "Ocultismo Lunar”.  El otro lado de la luna ni es oscuro ni estaría oculto, según investigaciones de expertos (*).  Revelaciones del “primer ilusionista del cine” aparecerían igualmente en su entrega de ciencia ficción Viaje a la Luna  de  Georges Méliès   (1861-1938) a partir de su corto  La Luna a un metro  de 1898. Las  leyendas distintas al respecto se sostendrían  después  por el empeño de la mayoría común de digerir solamente las cosas más simples a su alrededor, dejando por fuera en categoría de misterio o fantasías aquellas complicadas y difíciles de escudriñar sin ayudas de lentes de aumento. Fotograma de “Viaje a la Luna” rodada en París en 1902. Sin embargo, hay un riesgo superior al enfocar fenómenos de cualquier clase, con el uso de lentes que pudieran estar adulterados o envenenados a propósito, por agentes buscadore

En una de "repartir flores sin mirar a quien", hace unos 50 años más o menos, en el plano económico de Venezuela crecieron de forma silvestre y abono petrolero ─hasta secarse por extracción desmedida Castro-cubana─,  grandes empresas transnacionales así como agencias de cualquier cosa de enorme prestigio mundial.   A la par, el “Venezolano Americano”, el “English Lab”, y hasta la “Academia Americana” graduaban secretarias bilingües en tres meses por nivel, quitándose a sombrerazos a muchachos inocentes, y muchachas también, que querían aprender el  idioma inglés como fórmula que "no pueda papierda con nadie", según decía el profe Trinity en la tele. ¡Really happy everybody! Con poco esfuerzo oratorio, el Presidente de entonces Rafael Caldera (I) igualmente se defendía en el propio Congreso de los Estados Unidos  en la mismísima lengua de los miembros de ambas cámaras en sesión conjunta.  El 3 de junio de 1970  allá reclamó que "Hay que repetir una y mil veces