Josué D. Fernández A., comunicólogo

Nadie aspira a que la respuesta a tal pregunta pueda satisfacer plenamente la expectativa de quien la formula de manera condicional,  solo para calmar impaciencias que derivan de un tiempo reacio a cualquier pronóstico o precisión posible. Hay días, horas y minutos de momentos especiales por venir, de llegadas y salidas, de lugares, personas o experiencias por conocer, que pudieran ocasionar vértigo inclusive. Atrás Entre los primeros ciclos basados  en simples observaciones  se hallan las nociones borrosas sobre ciclos de reproducción de la especie humana, de los animales de su dieta, de las plantas proveedoras de  alimentos,  las 4 estaciones,  mareas, ruidos de las tierra, y de sus volcanes causantes de grandes tragedias. La incertidumbre dominaba la vida casi en su totalidad, por lo que cada instante  transcurría con ataduras a misteriosas cadenas. De tantos fracasos en descifrar las sucesivas transiciones, la gente prefirió dejar de hacer preguntas. Ahora En la memoria re

De nada valdría el intento de penetrar la inmensa luz blanca del supuesto túnel que lleva al otro mundo, si no se contara luego con la acreditación de esa hazaña en acta certificada reservada a los difuntos. Es decir, nadie quedaría totalmente muerto mientras no exista la constancia del hecho en archivos formales. Este asunto se vuelve complicado cuando hay de por medio intereses de huir de familia y allegados por reemplazos amorosos;  convenientes cambios de identidades por persecuciones; o por ocultamiento de fechas que ofrezcan algún  beneficio a quienes siguen de cerca  completamente vivos. Atrás Al menos en Venezuela, las iglesias parroquiales fueron por mucho tiempo la mejor fuente para lograr pistas de  nombres y fechas de personas ungidas con el llamado sacramento de la extremaunción.  Pero  incendios causados por velas a los santos y por asaltos de bandoleros acabarían numerosos expedientes de entonces, y así se perderla el rastro .de unos cuantos muertos. Las cosas en