Josué D. Fernández A., comunicólogo

  La falta de esfuerzos físicos, principalmente, tal vez cause ganancia de peso corporal en algunos; pero en esos y en "flacos" también, quizá opere como vacuna natural contra hernias. La ociosidad por una parte, junto con cierta tendencia al reposo crónico, determina el rasgo sobresaliente de muchos -como su abdomen protuberante-, para ganarse la distinción de "hamacudos", prescrita por RAE.   La sola estampa de ellos ya enfurece a gente trabajadora de verdad, con acceso negado a aquella existencia gozona, reposada y placentera. "Vivalapepa" de la manera popular de identificar a quienes se aprovechan de cualquiera, para permanecer echados entre cuerdas atadas a postes, inmunes asimismo a cualquier desgarramiento de tejido del cuerpo, llamado hernia por médicos y pelota por curanderos. Antes El axioma de la supervivencia de los más aptos por siglos de nomadismos, hace deducir que los primeros hamacudos habrían muerto en el intento, aun siendo pequeños

  Existen famosos espejos parlanchines y fantasiosos, aunque en colecciones de su especie se pueden encontrar montones de piezas de distintas pesadillas, para satisfacer igual cantidad de gustos. El compendio derivaría de preocupaciónes registradas como exageradas por intereses muy particulares, el bienestar absoluto, el amor propio y el egoísmo entre otras fijaciones mentales, urgidas de ratificaciones a cada rato.     A diferencia de los que muchos creerían, ese amor propio no es extraño y a menudo mas bien razonable, excepto cuando inunda las parcelas de terceras personas. Pese a los escasos practicantes, desde la época de Matusalén se habría advertido de "Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, de acuerdo con el evangelio del apostol Mateo, capítulo 22, versiculo 39. Antes La viabilidad de aquella parábola -llamémosla así-, fue contravenida sin embargo a causa de hallazgos psicológicos en el siglo pasado, que determinaron que el trastorno afectivo si fuera tal, cargaba nat