LA PALA PREFERIDA
Hasta ahora sigue en cero la cosecha de evidencias claras sobre la existencia de humanos, y de condiciones apropiadas para subsistir por fuera del planeta que aloja a los seres vivientes conocidos. De tal manera que cuesta entender el desprecio de muchos al único piso con que cuentan en realidad, con la garantía de 2021 años de uso y abuso según el último calendario aprobado por mayoría. El asunto de la protección del ambiente en el que está envuelta la Tierra luce anticuado y en completo desuso, cuando el éxito de cualquiera se mide por lo que tiene en bienes materiales, a costa de la destrucción de recursos naturales no renovables preferentemente, para llenarse de consumos nada esenciales.
Aunque
abunden sospechas de delitos cometidos por famosos millonarios -relucientes en muestras del seriado "Pandora Panameña"-,
en numerosos sitios persisten simpatías ciegas por aquellos prospectos que
prometen dinero fácil y de gratis. La veneración a tales portentos llega
incluso a la encomienda de la presidencia de varias naciones, a donde se
les llama como solución mágica para atender causas perdidas, en la
fuerte creencia de que repetiran hazañas a lo "Rey Midas", aunque
nunca aparezcan los milagros del oro para compartir con los
demás. Sin embargo, toda proposición de esa clase arrasa
habitualmente como fórmula favorita, por encima de cualquiera que
exija esfuerzo y trabajo para lograr progresos personales y colectivos. De otro lado, los juegos quedan trancados a fuerza de
golpes e insurrección militar, y esa medicina resulta aún peor que la
enfermedad.
En una especie de pérdida de memoria de cómo fue
posible dejar de ser nomada y hallar asiento a las primeras comunidades
sedentarias, igualmente quedarían sepultadas las nociones sustentables para
engrandecer a los pueblos. De hecho, casi nadie recuerda los secretos de la
labranza, la cría de animales y la pesca artesanal, porque esas fueron de las primeras tareas abandonadas en campos y aldeas cuando se
sucumbio a las delicias urbanas. Un tema
alusivo de muy baja audiencia con el
paso del tiempo es entonces el de la
"Silva a la Agricultura de la Zona Tórrida", escrito por el
ilustre y multifacético académico venezolano don Andres Bello, de cuya muerte
se cumplieron 156 años el viernes 15, la semana anterior, aunque la obra citada
ya se asemeja a un fósil grabado sobre piedras de las cavernas, antes de Cristo
por supuesto, pero que marcaron el principio de la bonanza en todos los
asientos posteriores de hombres y mujeres.
En la alcancia se atesora esperanza porque algun dia,
en vez de pudientes de bolsillos repletos, en los paises democraticos se
escojan candidatos a presidentes, gobernadores, alcaldes, comenzando por
quienes sienten vocación legitima de
agricultores, críadores o de pescadores
artesanales, que serían los únicos que
entenderian cuanto cuesta sacar provecho de lo que presta la naturaleza, y
pagarian el precio con el indispendable sudor. En la vitrola "La Flor del
Trabajo" con Cheo Garcia y la
Billo's como estampa favorita del que espera sentado y de brazos cruzados porque vengan otros a
mantener su carencia de vergüenza sobretodo lo demás.
https://youtu.be/ZyMQqkiFs2w
Full podcast en:
https://www.youtube.com/user/fernandezjosue
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