ESPAÑA HOY
En América Latina ha
quedado fosilizada una conexión umbilical con España, a través del idioma, la
cual hace repercutir todo lo que allá acontece como si ocurriera en el mismo
patio de atrás de cualquier casa del nuevo
mundo; y tal vez a la inversa, aunque a parientes pobres casi nunca se les
trata como a iguales. Los canales
internacionales de la televisión global, han emparejado al fenómeno Rosalía, en
temas de sobremesa, junto a las peripecias de Pedro Sánchez para quitarse el
remoquete de presidente en funciones, la
terquedad separatista catalana, y la reciente visita de los reyes al Caribe, en
rechazo a sanciones remanentes sobre la sexagenaria dictadura castro-comunista,
sobreviviente con muletas prestadas -entre unos cuantos benefactores-, por capitales
de la península, militantes de los euros y las pesetas de antes.
Por cuestiones de lazos de la
lengua común, tampoco ha pasado desapercibida la aceptación del vocablo antitaurino por la Real Academia
Española, que afecta a una de sus reliquias vernáculas más universales,
representada por la fiesta brava. Del arte de lidiar toros, o simplemente de
sus corridas, en las que han perdido la vida muchos artistas del ruedo, pero
donde casi nunca el animal ha regresado vivo a los corrales. Para animar las
tapas y copas de vino, además del fútbol y las loterías, ahora se agrega una
etiqueta frontal, excluyente, para identificar a opositores de la tradición que
ya no tendrán que justificarse con apelaciones al pobrecito animal, después de tragar un buen trozo de carne, de
cualquier especie. Antitaurino a secas ¿Vale?
La alegría de tendidos en el
paseíllo, la admiración por las suertes de banderillas, y los oles a pases de capote y muleta
quedarían ahora como registros vergonzosos
de una barbarie a la que habría que poner fin, según los alentadores de
regímenes opuestos a las libertades públicas, en este caso destructores de
memorias festivas de los pueblos, de las que ya estarían excluidos ellos por
acosadores y aburridos. En la misma
onda, Perdón para un Toro, pasodoble
que fue cantado por el legendario Manolo Escobar, sería otra prueba delatora de
la maldad de los humanos…
La manera libre de enredos para
resolver en una tarde cuanto le compete al programa, como en una plaza de
toros, tal vez despierte preocupaciones de los antitaurino al imaginar que las jerarquías de distribución y
organización por localidades de la afición, serviría como referencia
extraordinaria para otorgar recompensas en general, a partir de simples
aplausos de mayorías al ojo por ciento, siguiendo con anuencias visibles de
palcos de barrera y contrabarrera más calificados, hasta concluir en el juicio
inapelable del presidente de la plaza. Por imitación, todo nudo institucional
atado a votaciones se desataría por aclamación -pero de manera simbólica
únicamente-, porque la decisión recaerá de último sobre la máxima autoridad del
coso, con indultos de toros; o vueltas al ruedo, orejas y rabo para el matador.
Sin segundas vueltas ni porcentajes minoritarios, etc.
Desde luego, una pesadilla como
esa, inaceptable de antemano por antitaurinos,
les haría perder el sueño a muchos con elucubraciones sobre la disminución
de su capacidad para engañar a la población, dejando las soluciones de problemas
electorales, por ejemplo, a los verdaderamente calificados para levantar
bloqueos, como surge en estos momentos la posición del ex presidente Felipe
González. La España de hoy, y varios de sus antiguos asientos coloniales, se
hallan en trances delicados por sus sistemas de gobiernos basados en votos
populares e injerencias foráneas, que ceden a promesas fraudulentas, o a
acomodos ventajistas, que terminan por paralizar a las naciones, a falta de
expertos empoderados para deshacer esos atascos.
En tal sentido, antes de que
pasen completamente al olvido las corridas de toros, quizás procedería un sano
intento por buscar rasgos rescatables de ese milenario espectáculo, en otras
materias más apremiantes de estos tiempos, aunque carezcan de las simpatías de antitaurinos. Mientras llega ese
momento, los Saldos de esta tarde cierran de pasodoble, en homenaje a la tierra
de antepasados, de donde vinieron abuelos y bisabuelos de muchas generaciones
que padecen distintas tiranías, usurpadoras de voluntades a través de
triquiñuelas, y la fuerza de represiones armadas. El tema corre a cargo del gitano maracucho de Venezuela, Memo
Morales, y la pieza Que viva España…
El artículo adosado forma parte de
“SALDOS”, segmento de la revista “Estamos en el Aire”, transmitida a las 3:00
de la tarde, cada sábado, para el entretenimiento general a partir de
saldos que deja la actualidad local e internacional. En ensayo audiovisual a
título de catarsis del autor Josué D. Fernández A., a través de Radio
Rumbos 670am.en Caracas, Venezuela, , para participación directa por los
teléfonos +58 212 284.04.94 y 285.27.35, por Twitter, @jodofeal, https://www.youtube.com/user/fernandezjosue o
en https://comunicadorcorporativo.blogspot.com/
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