GLORIA "CERO"
En
el pasado evento del 20M en Venezuela, el veredicto del pueblo soberano, con
dignidad silenciosa, declaró “DESIERTA” la adjudicación de la Gloria como gran
premio, a pesar de abultados cómputos viciados para falsificar de democrática
una reelección hasta 2025, del más allegado compinche público de los cuenta
votos. La representación de la farsa eleccionaria venezolana convocada a
destiempo, de manera inconstitucional, con las principales fracciones
partidistas ilegalizadas y sus dirigente en la cárcel o perseguidos, sin embargo tuvo el apoyo abierto de un sector
pro-gobierno y conservador, el cual inscribió candidatos de relleno cómplice, y
luego fueron aupados por analistas interesados de encuestas, costureros de
escenarios probabilísticos tendenciosos, y altaneros comentaristas políticos
descalificadores de quienes no tragaran su
prescripción. Los chances de la gloria estuvieron comprometidos desde el
principio, pero fue después de consumado el delito, cuando los actuantes como aguantadores,
sin remordimiento y con cierto orgullo, decidieron lavarse la cara, y
“refritar” ─tal se dice entre periodistas─, el canto de fraude ampliamente
difundido y advertido con holgada anticipación.
La
reseña anterior, solo muestra un fragmento de la evaluación oída a quienes se reconocen
como dolientes verdaderos del país porque lo sufren en el alma, también
concluye que el conjunto de candidatos, de mayor o menor afiliación a la tiranía, así como sus promotores o avales, con tantas destemplanzas y
faltas de mesura tendrían escasa capacidad para combatir los abusos, atropellos y carencias de ahora. Quedaría
por saber si esa iniciación colectiva en la negación a respaldar votaciones,
igualmente implicaría la pérdida absoluta de confianza en el sufragio
democrático como medio para resolver diferencias; o una corta pausa a la espera
de gente confiable para llevar el traje de presidente de la república, acompañado
de un equipo comprometido con iniciativas civiles de excepción.
Cada
vez aumentaría la certeza, por fuerza de las privaciones de alimentos,
medicinas, el mal funcionamiento de servicios públicos, los bolsillos vacíos,
que la gloria huye de los dirigentes de salón y permanece como única riqueza
del pueblo oprimido, por lo que la mayoría habría escogido preservarla de
hipotecas de esos interesados en la dominación de los otros, para beneficios de
pocos en los mandos sociales. “La Gloria eres tú”, no es un imposible, y no
está en el cielo, es un tema al que se refiere esa leyenda, en la voz de Pablo
Milanés.
Aunque
parece fácil, el acceso a la gloria únicamente se encuentra al alcance de quien
se lo propone con acciones positivas, con generosidad y la vista puesta en
ayudar sin mirar a quién. El saldo del 20M mostró el repudio a los intentos por
ganar figuración, robar espacios, a través del freno a la voluntad de la mayoría, con
jactancia de criterio superior, mediante trucos que destrozaron la unidad de
acción ya adelantada entonces por importantes instituciones nacionales y
extranjeras.
Como si hubiera sido insuficiente el deliberado trastorno al entendimiento hasta
el 20M, en medio de la resaca del día siguiente se anticipa la emoción de una
repetición de elecciones en octubre o diciembre, como suicidio complementario
si permanecieran condiciones ventajistas "porque dictaduras no jugarían
limpio". Solo una especie de sospechosa inocencia esperaría resultados
distintos de las mismas pifias, y configuraría la reincidencia en la
complicidad extrema en delitos ya juzgados por jurado populares de adentro, y los de mayor formalidad de instituciones en el exterior.
¿Hasta
cuándo? es la pregunta con creciente frecuencia entre víctimas de inflación sin
correctivos, de devaluación del bolívar, de la caída del salario real y
de las importaciones, algunos causantes clave de la devastación económica de
Venezuela. Con la declaración de "desierta" de esa gloria ausente de
los políticos que hicieron bulto en la foto del régimen para sellar el 20M,
queda como alternativa la reposición de la grandeza con un fresco relevo, acudiendo
a la reserva nacional de talentos de todas las edades y clases sociales. La gloria “Cero” significaría
una ausencia temporal de ese componente superior de la meta humana, pero
igualmente un oportuno comienzo hacia el infinito prometedor de más grandeza. En
ese camino para reponer la gloria, tal vez hará de buena música de fondo,
la insistencia de "Cuándo, Cuándo, Cuándo", con Gilberto Santa
Rosa.
https://www.youtube.com/watch?v=dWUujQ_ONbc
Audio completo del suplemento "Experiencias Mayores", en
la voz del autor, Josué D. Fernández en: https://youtu.be/Iy-NLx8BQPU
El artículo
adosado forma parte de “Experiencias Mayores”, encartadas en el programa
“Estamos en el Aire”, a las 4:30 de la tarde, cada sábado. Breve espacio
editorial ligero, con música a propósito del asunto que trata, entrevista
y gotas de humor. Por http://www.radiorumbos670am.com.ve/, en
cuya discusión los interesados pueden tomar parte por los teléfonos +58 212
284.04.94 y 285.27.35, o mediante mensajes directos por Twitter, a Josué
Fernández, @jodofeal, o por canal personal de YouTube , o aquí en www.comunicadorcorporativo.blogspot.com
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