DOMINGO 7: CANDIDATOS 2012
Por Josué Domingo Fernández Alvarado
En
la foto oficial de largada, edición especial “Clásico Presidente de la
República 2012”, el puesto uno fue asumido hace meses en partida adelantada por
el candidato a reincidir, sin discusión
de propios ni de extraños, y ante la
vista gorda del Consejo Nacional Electoral y demás organismos públicos
obligados a sancionar ventajismos.
Tampoco fue obstáculo para esa carrera prematura la democracia interna
del PSUV, invocada en voz baja por algunos de sus más osados militantes,
quienes aún se atreven a insinuarse como relevos, debido a supuestos riesgos de salud del repitiente por cuarta
vez desde 1998.
Entonces,
2012 no traería otras designaciones por aclamación forzada, como la anterior; pero,
contrariando tal vez inaceptables deseos de monarquías y tiranías pasadas de
moda, la ciudadanía remanente celebraría los valores democráticos y la
participación real que le estaría negada a la población seguidora del gobierno. Así, ya
se habría iniciado la discusión de nombres
de mujeres y hombres y de sus proyectos alternos, para una Venezuela que
mantendría nuevos liderazgos hasta el 2018. De estos planes, uno de los más
importantes sería el del rescate de la
alternancia de los gobernantes, con su renovación periódica dando oportunidad a
ideas frescas de gente convincente y bien preparada.
De
allí el entusiasmo de creciente número de venezolanos, como los mejores
fanáticos, disfrutando la emoción de cada detalle desde las gradas,
y los comentarios consiguientes por prensa, radio y televisión. La respuesta
del lado oficialista continuista es de
tristes rabietas, descalificaciones, y “ofertas raspa olla” para comprar votos,
estas últimas a través de predecibles encadenamientos de medios públicos y privados,
sin consideración alguna a los agotados invitados y técnicos que deben padecer esa
tortura “en vivo”, y mucho menos a leyes y reglamentos sobre la materia, al
estilo militar del plantón y del aquí
sólo mando yo.
Hasta
ahora, sin embargo, ni la campaña sucia en cuarteles, la demagogia y demás amenazas
han sido suficiente para echar atrás la decisión de las mayorías por la
transición pacífica, festejando como anticipo de tiempos extraordinarios, esa voluntad
contundente de media docena de ciudadanos de distintas ideologías y extracción
social, quienes compiten en eliminatorias previas para definir al abanderado de la Unidad.
En
la largada hacia 2012, a propósito del evento del catorce de noviembre pasado
en la Universidad Católica Andrés Bello, en el puesto uno fuera de esa
competencia siempre apareció el candidato de la partida adelantada, y también
ese día en cadena previa, personificando la continuidad de la realidad que se
sigue viviendo desde hace trece años. No obstante, entre los cinco que restan en la foto,
faltando Pablo Medina por su salida demorada, en cualquiera de éstos sobresale
su condición democrática de promisor contendiente para reorientar a la nación,
con el cambio victorioso en los comicios
presidenciales de Octubre del año entrante.
Comentarios
Publicar un comentario