“Dar Incienso”

 

"No hay almuerzo gratis" es un refrán que fluye sin tropiezos entre economistas y seguidores  de la tesis de Milton Friedman (1912-2006), sacado de sus clases de libre mercado en la Universidad de Chicago (1946-1977). En tales invitaciones se escondería alguna lisonja, para engatusar a ingenuos ajenos a la “muerte de Regalao”. "Dar incienso" dirían también con ironía para calificar las alabanzas sospechosas de segundas intenciones, en diferentes lugares. 

 

“There ain’t no such thing as a free lunch”, poco más o menos (en español) que no existen los almuerzos gratis, que no existe nada gratis, que nadie regala nada o que todo tiene un costo oculto al final del día."   Asi  fue recogido en editorial de "La Razón" de Colombia leído hace algún tiempo.

  

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Para los eternos creyentes de la bondad, de la benevolencia y del comportamiento virtuoso,  hay sin embargo una antiquísima referencia superior, totalmente opuesta a la del polémico Friedman, Nobel de Economía 1976.  La ya citada alusión al Incienso hace muy fácil la deducción:

                

En las navidades, fin de año y 6 de enero, siempre viene a la mente el gesto anotado en la Biblia de la adoración a Jesús en el pesebre de parte de Gaspar, Melchor y Baltazar, los famosos reyes magos que aún ilusionan a la chiquillería en diversos países.

Ahora

La publicidad pagada, por fabricantes de cuánto bien o servicio existe, se ha encargado de conectar los afectos de hoy con obligatorios obsequios entre enamorados, a la madre, al padre, ahijados,  cumpleaños y demás aniversarios,  por "halloween", acción de gracias, al amigo secreto, Papa Noel, Santa, san Nicolás, y por supuesto cuando llegan de oriente los culpables reyes mencionados antes.

Habría que añadir entonces al "nada es gratis", que tampoco es suficiente el amor puro en cualquiera de sus modalidades; si deja de ratificarse sucesivamente y a costo creciente para satisfacción y complacencia del comercio, principalmente.

Alante

Como "atrás" y "ahora" el olvido de cualquier fecha clave a menudo llevará a rupturas o resquebrajamientos de lazos afectivos, y aun peor cuando la rectificación se pretenda en el mismo momento, o con retraso da igual, pero con las manos vacías.

El hacedor de estos "hilos imaginarios" concluye 2022 con la actual entrega como presente, para regresar en enero de 2023, Dios mediante.  Va un mensaje digital de Felicidad para familiares, amigos y consecuentes lectores, dentro de la tradición asomada en cartulina en 1534, consolidada después en 1873 en Estados Unidos, y en el resto del mundo.

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