ALQUITRÁN(A) FATAL
Un tema sobresaliente de esta fecha tiene que ver con el petróleo como
fuente de rendimiento superior para la obtención de
alquitrán, subproducto enunciado en viejos tomos de la RAE con la introducción
de "sustancia densa y pegajosa, de color oscuro y olor
fuerte..." De alli que, sin necesidad de gran imaginación, tal
condición ayudaría quizá a la denominación de "Excremento del
Diablo", a cargo de Juan Pablo Perez Alfonso, contra la tendencia
general de hablar de cierto "oro negro".
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El arranque de dispendios a costa de la negra fortuna, tomando por referencia a
Venezuela, tendria lugar cerca de la población de Rubio, estado Táchira,
precisamente en la hacienda ,"La Alquitrana", el 12
de abril de 1875, hace 147 años.
Sin embargo, la celebración pasaría a categoria estratoférica el 31 de
julio de 1914, cuando revienta el Zumaque I, el primer pozo al pie
del Cerro La Estrella del estado Zulia. en pleno mandato del dictador Juan
Vicente Gómez, dando inicio oficial a la historia petrolera de Venezuela.
En busca de mayor participación de la riqueza monopolizada por las explotadoras
transnacionales, fue entonces el mismo Perez Alfonso mencionado
arriba, quien gestionó la creación de la Organización de Países
Productores de Petroleo (OPEP), fundada el 14 de septiembre de 1960, y cuya
labor giró en torno a regulaciónes de la producción para mejorar puntualmente
los precios de exportaciones del crudo.
Ahora
En "El País" de España, el 11 de octubre de 2009, Moises Naim explicó
ciertos estragos fundamentales de "El Excremento del
Diablo" en el desarrollo de los pueblos:
"La intuición de Pérez Alfonzo ha
sido rigurosamente confirmada. Desde 1975, por ejemplo, las economías de los
países ricos en recursos naturales han crecido menos que las de otros que no
exportan principalmente materias primas. Peor aún, en los lugares
afectados por tal maldición, los beneficios del crecimiento económico se
concentran en pequeños grupos políticos, militares y empresariales.
Además, su moneda se encarece con respecto a las de otras naciones, lo cual
frena las exportaciones de todo lo que no sea el recurso natural que tienen en
abundancia. Esto, a su vez, inhibe la diversificación de la economía y condena
a los países a depender cada vez más de las exportaciones de su principal
materia prima. En el caso del petróleo, el crecimiento que este genera no crea
puestos de trabajo en proporción a su peso en la economía. Así, en los países
cuya principal exportación es el petróleo, esa industria genera más del 80% de
los ingresos totales, pero tan sólo el 10% del empleo. Inevitablemente, esto
aumenta la desigualdad económica."
Alante.
Juan Pablo Pérez Alfonso (1903-1979 ) dejó escrito en "Hundiéndonos en el excremento del diablo”, publicado en enero 2009, que el despilfarro y el carácter parasitario de la economía venezolana son consecuencias de la “inundación de divisas”.
Aquella sentencia excluyó la regla preferida de la dictadura
chavista-castro-comunista del siglo XXI, de estirar ingresos y aumentar fondos
de dádivas internas y externas mediante dinero y especies, carentes del
debido respaldo en oro y otros valores según normas obligadas de éxito de
la sana administración pública.
Una prediccion de Moisés Naim señala asímismo como "muy difícil sacar del poder a gobiernos ricos en petróleo que,
además, tienen la posibilidad de usar sus vastos recursos financieros para comprar
o reprimir a sus opositores. Las estadísticas demuestran que es mucho menos
probable que un país petrolero autoritario se transforme en una democracia de
lo que resulta para una dictadura que no cuenta con abundantes recursos
naturales”.
Pareciera que algunos
espacios permanecen bloqueados, temporalmente, para el optimismo
democrático, tal lo observa el periodista William Neuman, después de
estar en Caracas de 2012 a 2016 como corresponsal de The New York Times, en su
obra reciente *Things are never so bad that they can’t get worse
(Inside the collapse of Venezuela)"; en criollo seria «Todo se puede
poner peor».
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