VENTAJISMOS DE INDECISOS
Cualquier humano, alguna vez o veces en su vida, ha
padecido de indecisiones. La indecisión no es un mal de peligro cuando se trata
de la excepción y no de la regla. El decir una mentira de tarde en tarde
tampoco convierte a la persona en mentirosa irremediable. Son los defectos
hechos hábitos los que no se pueden permitir a infractores, dejándolos libres
de sanciones. También existen caretas de indecisos aparentemente temporales,
pero con síntomas alarmantes de "guabinosos fatales" o "guabinasea fatale", según
moquete de la especie en la penúltima gráfica; y que incluye a sinvergüenzas,
reincidentes, exhibicionistas, por televisión, radio, y redes
sociales, con despreocupación conveniente de ellos sobre los daños que causan.
En materia de indecisiones las más perjudiciales
a un país son las que arropan la vida de seres oscuros, imposibilitados
por taras mentales para mostrar tendencias claras sobre un suceso
cualquiera. Nunca se puede confiar en ellos porque sus posiciones son
provisionales la mayoría de las veces, y en especial cuando
aparecen ganancias inesperadas por cambiar de parecer. Los
"saltatalanquera" por ejemplo, son de extrema fidelidad con el
último en posesión del botín, hasta que aquel pasa a otras manos. Sus
nombres propios se omiten aquí, para evitar una falta de delicadeza con los
menores de edad, que se asomen a este texto.
Ahora mismo en Venezuela se hallan diversos tipos de
indecisos con grados diferentes de amenaza pública según su naturaleza.
Los hay quienes engrosan el grupo de perdidos limpiándose la nariz
mientras seleccionan el lugar a marcar en el "tarjetón", en todo caso
a favor de la dictadura, en las votaciones fraudulentas por venir. Los
peores son los que vacilan entre sepultar definitivamente a Venezuela para diciembre,
o para los meses o años que siguen, consintiendo prórrogas de corrupción y
represión a través de aguajes de consultas populares. Estas son las que
llevarían felicidad a Francisco en Roma, a Raimundo y a los demás camaradas en
el mundo, aunque ya desprestigiados hasta por el Partido Comunista de
Venezuela.
El lamentable panorama que debería agarrar telarañas en alcancías de
hechos indeseables, cuadra con el tema "Ni chicha ni
limoná", en la vitrola de hoy a cargo del cantautor chileno Víctor
Jara, "potente símbolo de lucha por los derechos humanos y la
justicia", fusilado en 1973 por otro golpista militar llamado Augusto
Pinochet...
Ni chicha ni limoná...Víctor Jara
* Las anteriores entradas de la columna ALCANCIA&VITROLA
se hallan aquí en: https://comunicadorcorporativo.blogspot.com/, https://www.youtube.com/user/fernandezjosue y https://acentonews.com/alcancia
Gracias por tan excelente artículo, siempre de tan acertada y amena explicación de las situaciones,que se viven cada día en este hermoso País. Un enorme abrazo!!!
ResponderEliminarEl hermoso país requiere de un gran rescate, y de una mayor tarea que involucra a todos...gracias.
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