% DE INTERÉS
Hay gente que casi
siempre cree en la bondad de los demás, porque piensa que el tanto por ciento (%) de interés a menudo es
un pillaje permitido y reservado a bancos, prestamistas e instituciones
financieras en general, públicas o privadas, a las que nadie se resistiría. No obstante, en ambiente desbocado de super-inflación y
devaluación como el venezolano, la regla parece ser que ese tanto por
ciento de interés sin ningún aspaviento sobrepasaría a la “usura”, definida
como ganancia, fruto, utilidad o aumento que se saca de algo, especialmente
excesivo. La confusión es de tal naturaleza que hasta los excesos se toman por caricias
a la población más pobre, la cual se visibiliza en cualquier calle
independientemente de su edad, exhibiendo sus penurias ante todos.
Cambista
y su mujer (1539) de Marinus Claeszon van Reymerswaele Roemerswaele.
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El tema de los tantos por cientos no se agota en esa esfera monetaria, ni el de los intereses tampoco, y se reflejaría igualmente en encuestas y estadísticas que, tratando de explicar con “datos objetivos” el caos venezolano, recurren a la identificación de culpables en monstruos con tres partes de corrupto para la mayoría, y de una tercera que les ve honradez a los mismos sujetos, según calificaciones de una muestra, que atribuye el caos al 75 por ciento de agentes oficiales de la corrupción, y un 25 a agentes del imperio capitalista. Imposible imaginar a esos fenómenos antinaturales, aunque hay especialistas en trucos que defienden la veracidad de esos hallazgos porque provendrían de las ciencias sociales, mas andarían muy lejos del sentido común de personas sencillas.
En la esfera monetaria o
en la de las encuestas, los arrebatones con excusas de tantos por cientos hacen
de las suyas, dejando en claro que en el fondo de una y de otra sobran
intereses contantes y sonantes, para enriquecer a los dueños del dinero, o a
los amos del poder en regímenes de fuerza. En los dos casos la verdad se
esconde, con menos vergüenza a la que en su momento puso de relieve “la viuda
millonaria”, para conseguir a un jovencito de pareja, según el cuento cantado
del venezolano Santiago Rojas, a continuación:
La viuda millonaria de la canción se engaña a si misma cuando presume del derecho a su pareja joven no porque la ha comprado y pagado, sino porque después asume que la ha conquistado como si tuviera encantos de quinceañera. Es la misma pérdida de juicio de los especuladores que asaltan a la gente con intereses y precios de usura, porque no sienten protestas a esa agresión, las perciben aceptadas sin rechistar, y las víctimas se comportan como recibiendo un favor, del que esperan prontas repeticiones. Así, los aumentos de los tantos por cientos de ganancia aumentarán cada día.
En cuanto a la dictadura
bolivariana, los tantos por cientos de su fotografía en las encuestas revelan un
80 por ciento de rechazo, lo que equivaldría a un repudio porcentual de la
cabeza a las rodillas, dividido su cuerpo en cinco partes; pero se agarran del
20 por ciento de apoyo que apenas le cubre los pies, para seguir rugiendo el
dominio de la población, que no se opondría a su mala suerte. De nuevo, el
tanto por ciento ofrece una lectura interpretada sin disimulo en el interés del
régimen, buscando tiempo para aplicar adicionales métodos de mayor control y represión.
Los tantos por ciento de
fraudes monetarios o de interpretaciones de estadísticas, en cualquier instante
van a constituir razones para pasar factura a los abusadores, sin escapes a las
sentencias por delitos que no se dejarán prescribir, tal vez según el ejemplo de
“Ya la pagarás”, que sigue en la voz del tenor Alfredo Sadel, en grabación
bastante gastada por agujas de tocadiscos y de relojes. Regresaremos el sábado
que viene, Dios mediante…
Ensayo
audiovisual para público de pregrado, disponible en la voz del autor, en
colección de Josué D. Fernández, con temas musicales editados, más cortos, al
pinchar en:
El artículo adosado forma parte de
“Experiencias Mayores”, encartado del programa “Estamos en el Aire”, a las 4:30
de la tarde, cada sábado. Breve espacio editorial ligero, canal de catarsis del
desconcierto de su autor, con música a propósito del asunto que trata,
entrevista y gotas de humor. Por http://www.radiorumbos670am.com.ve/, en cuya discusión los interesados pueden tomar
parte por los teléfonos +58 212 284.04.94 y 285.27.35, o mediante mensajes directos
por Twitter, a Josué Fernández, @jodofeal, por canal personal de YouTube, o
aquí en www.comunicadorcorporativo.blogspot.com
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