DOMINGO 7: “EXTRAINNINGS BOLIVARIANOS”
La extensión oficial a veinte (20) años ó “innings” factibles del juego
electoral de la “República Bolivariana” (RB) –ocurrida
al inicio de esta temporada del beisbol criollo–,
también tiene otras coincidencias con “el deporte de las mayorías”, cuyos
resultados habitualmente improbables, igualmente se extenderían ahora al
destino del país. “El árbitro” ya sentenció que la pelota sigue viva en el
terreno y que corresponderá a cada equipo el evitar la derrota definitiva, que
podría acabar inclusive con esos torneos para siempre, en el caso peor.
Esa prórroga de “innings bolivarianos” se suspendería –ó tendría consecuencias más allá de lo previsto–, si
ocurriera o no algún abandono por enfermedad; referendos revocatorios; hartazgos de ventajismos y de humillaciones a
un pueblo sometido a chantaje con ayudas públicas; documentación exitosa del
“juego sucio” ante instancias imparciales; y hasta por un suicida efecto de “forfait” con el retiro de la alternativa
unitaria en las elecciones de gobernadores del venidero Diciembre; ó quizás por
el extremo constitucional de la “desobediencia civil” en respuesta a abusos
superiores del régimen, represiones, persecuciones y encarcelamientos a quienes
le disientan.
Para casi toda la “RB” fue sorpresa la prórroga de “extrainnings”, sólo anticipada por “encuestadoras”
expertas en medir el peso del ventajismo “bolivariano”, convertido en “votos
ocultos” tras billetes de las finanzas públicas. Del lado del gobierno, sin recibir cómputos
oficiales, el Jefe de la Campaña Continuista se inventaba un cuento en el que
trataba de engañarse a si mismo –negando la derrota asomada en consultas a la
salida de los centros de votación–, advirtiendo que aún faltaba el voto de los
“pescadores” y de los “agricultores”. La Alternativa Unitaria, antes mostraría
un optimismo que le duraría nada.
Prontamente se entendería que, en efecto, el éxito por venir sí se
basaría en “pescadores”, pero de
ganancias por chanchullos de río revuelto;
y de “agricultores” con la única vocación de siembra de inseguridad,
expropiaciones, antagonismo social, abandono de escuelas, hospitales, servicios
de luz, agua, congelación de contratos colectivos, insolvencia de pasivos
laborales, y negación de preceptos constitucionales a favor de la democracia,
la paz y respeto a los derechos de un pueblo entero.
El “Balcón de Miraflores” reviviría entonces con el chorro de votos
arrastrados a la “fortuna bolivariana”, surgida del pago de traslados bajo
presión a votantes rezagados, y demás maniobras todavía por descubrir en su
completa esencia y consecuencias. Muy pocos fuegos artificiales y celebraciones
populares, a lo mejor por incredulidad en la simple suerte de la “curva rabo ‘e cochino” de la que se
jacta el visiblemente cansado conductor de la “RB”, y de la que hay más
rastros de fracasos en sus lances, mientras aumentan sus
métodos deshonestos como recurso desesperado final.
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