DOMINGO 7: ¡Arriesgarlo Todo!
La apuesta por la Venezuela auténticamente democrática volvió a
perderse. La extensión del plazo a la excluyente República Bolivariana (“RB”)
detuvo la posibilidad de emprender, desde ya, el rescate de un país al que le
van quedando pocas instituciones imparciales en pie. Se acrecienta aún más la
dificultad para reconocerle como motivo de
orgullo de todos de los venezolanos, sin diferencia alguna.
La renovación de gobernantes y esperanzas cada cinco años, que fue de sana
envidia y ejemplo para muchas naciones de la región y del mundo, lamentablemente
habría tenido muy poco valor para un 55% de electores, que daría la espalda otra vez a la tradición pisoteada
desde 1998 por un régimen que pavonea su origen militar y su alineación con
gobiernos dictatoriales.
Si la razón para unir más votantes el 7-O no fue la búsqueda de paz
democrática, convivencia y renovación como parte de la vida
cotidiana, parece que tampoco sería el castigo a la declarada ineficiencia de
la “RB” para resolver problemas de la población. El propio Presidente Reelecto continuista –¿hasta
2019?–, no engañó al advertir que “Alguna gente podría estar inconforme por
fallas de nuestro gobierno; que no arreglaron la calle; que no llegó la luz;
que se fue el agua; que no conseguí empleo; que no me han dado mi casa;…. bueno
pero eso no, eh, eh, eso podrá ser cierto en muchos casos y yo asumo la
autocrítica del gobierno revolucionario... lo que está en juego es mucho más que eso camaradas,… nos estamos jugando
la vida de la patria el siete de octubre”.
Aunque cueste creerlo el absurdo se impondría, tal
vez con una posible explicación: Cuando no hay nada que perder porque faltan el
agua, luz, calles asfaltadas, empleos, casas, desaparecen igualmente los
riesgos de una “Patria” que
nadie ha visto ni sabe para qué sirve,
pero promete algo mejor a lo nunca tenido según ofrece en persona “El Corazón de la Patria” –con el único requisito de inscribirse en "misiones"–. La mayoría que vota por el gobierno
pasaría por alto lo que miran sobre bienes y servicios prohibidos a ellos pero reservados
a los que sí los poseen en exceso usando la plata ajena. Ignorarían además a
galanes sin chequera pintores de horizontes de esperanzas y progreso rodeado de
libertades, con bolsillos vacíos de dinero contante y sonante.
Sin embargo, a aquellos humillados bajo chantaje
con el truco de la “Patria” –y que dieron su voto como paga a un
usurero sin hacerle fiesta–,
ahora se les sumarían con irritación creciente los pateados de la otra acera
que temerían perder lo que va quedando de sus menguados trabajos, estudios,
hogares, tras el invariable discurso oficial de amenazas y persecuciones de no
confesarse incondicionales. La falta de rectificaciones urgentes en la “RB”
desbordará el número de venezolanos que sienten que, cuando no hay nada que
perder, es más fácil arriesgarlo todo. Sólo en “Miraflores” se celebra y se cobra
seguro 15 y último.
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