DOMINGO 7: “PAN-TONOS”
Por Josué Domingo Fernández Alvarado
Hoy día de “Primarias de la Venezuela Democrática” apenas
comienza la demostración inequívoca de que este país no es de un solo tono, imita a la vida multicolor, a la
naturaleza, en oposiciòn a la monocromìa que impone la oscuridad. El registro colorido
quedará ante los ojos del mundo como contrarresto y resistencia al esfuerzo autoritario
por obligar a una hegemonía ideológica en el empeño de dirigentes del régimen,
valiéndose éstos de manipulaciones de la ignoracia de las masas y del uso indebido
del presupuesto nacional en ofertas populistas, tras la búsqueda tenaz del
poder absoluto.
Los rostros risueños de
precandidatos en pose de afiches, al final de esta jornada deberían matizarse
con el rigor de la gran responsabilidad que pesa sobre ellos para completar
cada escala por venir, y continuar hasta octubre, y más allá, al lado del “Candidato de la Unidad” escogido
como principal delantero de la marcha conjunta. Del seleccionado por los
electores se esperaría que fuera ahora un serio vocero del mayor sector dispuesto a seguir encarando
insultos y atropellos como los de los trece años pasados, abarcando a cada
partido ó fracción existente, e invitando a sumarse a los que siguen incrédulos
del valor de la organización social
como ingrediente vital de la solución, y
a las ya conocidas víctimas fáciles de los engaños oficialistas.
En la esquina del continuismo del
régimen hace tiempo se golpean las iniciativas ciudadanas que buscan liberarse
de ese despotismo, su comunismo y su militarismo, y se halla un contendor que
no escatima esfuerzos en
ventajismos, incluyendo jactanciosas declaraciones amenazantes con unas
supuestas fuerzas armadas inconstitucionalmente de su pertenencia. De quien ha
recurrido a tales acciones sin escrúpulos, entre muchas otras, no tendría
novedad alguna que el candidato de la alternativa democrática resulte presa de
emboscadas, ofensas, humillaciones, persecuciones y descalificaciones, y para
lo cual la unidad ciudadana será vital para perseverar, contra viento y marea,
en la fortaleza que demandará esa contienda de importancia muy superior al de
estas elecciones primarias.
Sin embargo, los peligros en la
recuperación definitiva de las libertades no se encontrarían únicamente en la
acera de enfrente, y se hace necesario advertirlos también entre la gente del
mismo credo democrático opuesta a autoritarismos de cualquier especie. Después
de los escrutinios de esta noche no cabrían triunfalismos, y mucho menos
sectarismos que ahuyenten a todos los demás igualmente protagonistas indispensables
de la anhelada transición. El momento es
ideal para la siembra de esperanzas colectivas por una cosecha que
devolvería sosiego a los ciudadanos y de allí, el ambiente propicio para el
recuentro con una mejor calidad de vida.
A quien sea favorecido con los
votos de este doce de febrero, igualmente se le exigirá gran madurez y estatura
cívica para terminar de convencer adentro y afuera. Su excepcional circunstancia
ha emergido principalmente del proceso tutelado
y arbitrado desde la “MUD” creando confianza en una tarjeta única, en reglas
justas, en el descarte de cogollos como medio para escoger candidatos, y en un
programa de gobierno que definiría un sostenido progreso. Los riesgos acechan
desde múltiples flancos: el 7 de Octubre
de 2012 se ganará, justamente, con el inquebrantable apoyo del equipo que lleve
por nombre Venezuela.
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