¡Importa mucho donde se nace y cómo se crece!



“No importa donde se nace sino donde se lucha” serían palabras atribuidas al “Che” Guevara, quien figura entre los más adelantados de mediana data en exportaciones de revoluciones sin miramientos de fronteras, aunque sus seguidores después salieran a reclamar derechos de los pueblos, así sometidos, a aguantar callados aquel nuevo yugo a fuerza de represión y de emboscadas a opositores legítimos internos. Obnubilación de por medio, tal vez de allí provendría un argumento baladí para considerar “irrelevante” el lugar de nacimiento del actual regente de República Bolivariana (“RB”), debido a que parte de la vida política de éste la habría hecho en el ahora enclave de tierra firme del castro-comunismo-cubano (“CCC”).  

La pobre ocurrencia de ese atenuante para el caso de la “RB” quizás constituiría una calculada ceguera cómplice, inmerecida para la incomparable dimensión del “Che” Guevara. Este llegó hasta el Congo con su credo, y corrió riesgos que lo llevaron a la muerte en Higueras, en los andes bolivianos, hace 46 años; pero nunca falseando su ostensible origen argentino, asentado sin discusión en la provincia de Rosario, en 1928. Más próxima al entorno local, se encontraría la historia de Simón Bolívar con  su gesta independentista por Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia y Venezuela,  no dejando dudas de su advenimiento al mundo en la ciudad de Caracas, el 24 de Julio de 1783.

 
A diferencia de la “RB”abundante en sombríos misterios , la mayoría de naciones democráticas honra la transparencia de mandatos constitucionales, por respeto sagrado a las leyes como eje de la convivencia y la paz ciudadanas. De allí que, de las biografías de mandatarios de casi toda época, se extraerían vínculos relevantes con el lugar de su nacimiento; sus amigos; los rincones preferidos para travesuras, así como las influencias de sus primeros maestros.  La falta de esa información despertaría innumerables conjeturas por lo que configuraría una niñez supuestamente “irrelevante” la cual, para gente de dos dedos de frente, evidenciaría además débiles fundamentos para el encumbramiento de determinado personaje público. 

Si es importante donde se nace, no lo es menos la comprobación de cómo se crece. De la infancia de quien se alce con la pretensión de representar a un pueblo entero, surgen importantes pistas sobre el cumplimiento, o no, de requisitos legales y aptitudes indispensables para la posición. Entre los más explícitos requerimientos y señales en el desarrollo y crecimiento de mujeres y hombres sanos de mente, cuerpo y alma se encuentran las de William Fritz Piaget, psicólogo y biólogo suizo, famoso por sus aportes al estudio de la infancia y sus teorías del desarrollo cognitivo y de la inteligencia.

Piaget puso énfasis en la detección de patologías ocultas en los años iniciales. Gracias a sus investigaciones se volvió ciertamente relevante el seguimiento de la primera infancia, de los dos a los siete años, para corroborar la aparición del pertinente lenguaje hablado y escrito que acrecentaría la intelectualidad en el infante.  En esta etapa, el niño aprendería a socializar y a representar una historia de manera cronológica, lo cual ayudaría en su forma de expresarse, relacionarse y comunicarse. La irrelevancia de donde se nace y de los testimonios de cómo se crece se explicaría únicamente en androides a lo Frankenstein, en clones, o en el sujeto del que no importaría su infancia porque expresamente no la tuvo: “Don Fulgencio”, creación del multifacético caricaturista argentino Lino Palacio (1903-1984).

Comentarios

  1. Cre oque sí importa dçonde se nace y en que situaciones de vida se crece, pero no hasta el punto de decir cómo parece ne la imagen que has dejado en #mqB , que hittler y stalin fueron maltratados por sus padres; cómo justificante de algo, los genocidas no tienen justificación ninguna, vengan de un lado o del otro. Y he escirto sus nombres en minúscula porqué fueron de lo más bajo que ha dado la historia, junto con muchos más,....

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    1. De acuerdo en que una deplorable conducta de adulto no podría justificarse con los maltratos recibidos de niños. Desde mi perspectiva lo que se sale a relucir es la potencialidad de terribles rencores como eventual inducción de genocidas y tiranos.

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  2. Hola, Josué. Me asumo al reclamo hecho por Rosa Nicolau respecto a la creencia que subyace a tu idea de que una infancia difícil genera los comportamientos desviados de algunos personajes verdaderamente lamentables para la humanidad. Reconozco igual, que factores carenciados producen conductas igualmente perniciosas; pero me pregunto ¿a qué le achacamos la suerte de soportar los comportamientos de muchos dirigentes y líderes políticos que provienen de familias menos "disfuncionales" y son violentos y asesinos?

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