TURBIEDADES
Ya nada
es tan natural ni claro como el agua, según recalcaban los abuelos de
abuelos; y no precisamente por la contaminación mundial de ríos, lagos y
mares. De manera sistemática, a cada asunto de calle le sale de inmediato el
reverso, especie de flechazo chamuscado para enturbiar los hechos detrás de la
noticia. Por otra parte, sin mayor pataleo, el público consiente en ahondar en sensacionalismos ajenos, y en aceptar a ciegas imposiciones de pautas
generales.
Predominan
esos efectos sobre audiencias descerebradas, boquiabiertas con el hacer de
decrépitos pregoneros del oficio, sus relevos cojos o los robots mercenarios de
última generacion, elevados en su conjunto a categoría de influenciadores, influyentes o
"influencers", con alto ranking de "likes" como requisito
de esta era. Especies de restauradores de las mañas de pitonisas y oráculos de
la antiguedad.
Antes
Fueron los ancianos, padres, hermanos mayores, maestros de
escuelas, sacerdotes o pastores de comunidades, los preferidos en
principio para la sana guía de persona a persona en decisiones clave. Sin
embargo, de aquellos bien intencionados respaldos casi ninguno ha
permanecido como referencia válida, pues ya son catalogados de simples trastos
de épocas superadas. Prevalecería luego la invasión de las píldoras mágicas de las vagas nociones de casi todo, en los inseparables aparatos a la mano de pequeños y grandes.
Los medios de comunicación tradicionales, con el añadido de las redes sociales, aglutinarían hoy la conducción de la opinión, al igual que la cotidianeidad en general. La prensa, la radio y la televisión propician la buena o mala famas de quien tenga acceso a sus favores, o un justo o injusto rechazo, ambos gratuitos. Las diferencias entre unos y otros caen en las líneas editoriales, aceptadas como justicia superior casi inapelable.
Ahora
Bajo dominio de múltiples cerebros dados en embargo de manera voluntaria, se ve
la ascensión social y política de gente con méritos de bolsillos repletos. Si
hiciera falta, también hay ofertas para borrar delitos a través de
empresas con nombres sugerentes como "Eliminalia". Situación
contraria, podría requerir un encarguito a ratas de cañerías para la invención de crímenes
a quienes estorban, en combo con acusaciones de conspiraciones, aberraciones y
vicios que hagan daño a reputaciones incomodas.
Adelante
En fin, la credibilidad de lo que se lee, ve y escucha, de forma certificada no
trascenderá del ámbito individual, aunque exigirá discreción maxima para evitar
malas interpretaciones y apedreos de quienes prefirieron lados opuestos, con
idénticas pruebas obtenidas del mismo flujo de páginas web
"informativas".
Es apremiante la necesidad de árbitros independientes y credenciales indiscutibles en los que confiar conclusiones diarias. Repetir la experiencia deportiva con la aplicación de una especie mejorada de V.A.R (Video Assistant Referee) en trajines ordinarios marcaría la diferencia, en la aceptación general de lo que ocurre más allá de canchas deportivas, en vez de funciones continuadas de teatro de marionetas.
Ampliaciones al pinchar imágenes
de abajo.
Excelente escrito mi apreciado colega Josue, me recordó las dudas e incertidumbre que está creando la llamada "Inteligencia Artificial", viariable tecnológica que tiene en alertaq a toda la humanidad por sus efectos aún no medibles, es como adivinar qué será lo que viene. Adivina Adivinador. Aquien creerle. Saludos.
ResponderEliminarColega y amigo: tus tantas horas periodísticas como autor o lector hacen especialmente valioso tu comentario. Muchas gracias.
EliminarSaludos Josué excelentes estos dos artículos. Hilar fino también es un arte...
ResponderEliminarGeneroso comentario que retribuyo con gran agradecimiento. Abrazos
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