"A MEDIA LUZ": Un Cuento de la Antología


 “A Media Luz”: 
 

A "CCC" por su mensaje relámpago a media noche, el jueves 21 de enero de 2021,

Spring, Texas.


Desarraigo obligado y permanencia triste: Volumen II Antología Cuentos que van y vienen de Venezuela para el mundo (Spanish Edition) https://www.amazon.com/dp/B09M544R62/ref=cm_sw_r_awdo_navT_g_QASDFBPN7YTER9VV8ECK

 

                     

           Sinopsis: 

Despertar de un fanático de las noticias que le llegan por Internet, enfrentando de madrugada los tropiezos comunes de la navegación ciberespacial, saturada en tiempos de Covid-19, de elecciones norteamericanas y de despachos de CNN en español,  que complican la solución de un enigma que le fue remitido por un analista de entornos.

JOSUE D. FERNANDEZ ALVARADO

Nació en Puerto Cabello. Es graduado en Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela (1973), Máster en Difusión de Innovaciones de Michigan State University (EE.UU. 1976). BLOGUERO (2009). Periodista activo, voluntario a favor de las libertades democráticas. Ejecutivo de radio, tv y prensa, y docente universitario, jubilado.

comunicadorcorporativo.blogspot.com, Twitter @jodofeal, Instagram: josuefernandez88



El asomo  de luz en la habitación llega de una superficie plana y pequeña, de brillo mayor a la claridad tras las ventanas. Los ojos entreabiertos del sueño al despertar amanecen sobre hilos pausado antes de quedar dormido anoche, en la cadena de estragos mundiales de un virus letal que salió de la China "Comunista", según etiqueta que ese país ostenta con notable orgullo.  Un enlace corto conduce luego a resultados en suspenso de la identidad del próximo presidente del "imperio capitalista", llamado así por los que se ofenden de solo oír las menciones de nacionalidad del germen criminal del momento.

 

La secuencia de detalles, en cama todavia, crece con un dedo deslizado en el "movil" del que nadie se desprende, entretanto dos de la otra arrastran, agrandan,  empequeñecen, empujan líneas hacia abajo y de regreso hacia arriba, varias veces. Es un inequívoco lector, al que las primicias le llegan por la onda de la Internet, de modo regular.

 

La madrugada sitia el ambiente de tranquilidad,  por la cara de sosiego de él, que trasluce de su vuelo de pajaro por encima de trozos informativos del Covid-19, coronavirus, o virus chino, que va descubriendo estancados a los patrones de ayer y anteayer, quizas obedeciendo a la despreocupación oficial, o a una encubierta tentacion de imponer normas autoritarias fáciles y de control, en las vidas de los demás. Eso sí, hay cierto horror por la barbaridad de la dictadura  en Venezuela, al condicionar tratamientos y vacunas contra la enfermedad, en preferencia para  los que comprueben lealtad a la tiranía, en registros de las policias vigilantes de la seguridad del régimen. 

 

Punto y seguido, como distracción conectada a la red, en el pretendido rumbo autónomo de este cibernauta suceden Interrupciones imprevistas con avisos de mil facetas.  Pasa a todos, somnolientos o despiertos, la perturbación de comprobar que para cada quien existen registros robotizados en las denominadas nubes,  a partir de traspieses accidentales o no, de un mínimo parpadeo sobre indeterminado contenido,  al teclear ordenadores fijos, portátiles o los ensamblados a los móviles. Desde juegos, portales de noticias,  alimentos, fantasías eróticas, y demás pequeñeces o grandezas del perfil personal, aparecen de pronto, para satisfacer deseos aún remotos. La denuncia de tales acosos carece de utilidad en razón de la falta de elementos probatorios de parte de las frecuentes víctimas,  incapaces de dinamitar un plan de espías escurridizos en el enjambre tecnológico. Con la sábana a medio cuerpo, el lector vacila sobre pausas convenientes, de cierta urgencia, pero  quizá  aplazables hasta próximos apremios inevitables y tensiones, en los alrededores pubicos.

 

Poco a poco, sorteando pestañas que rodean a `los ojos empegostados, asoman sucesos de rutina, en el plano de noticias de la bandeja de entrada. Son piezas de los allegados de siempre,  que tampoco resultan novedosas en agregados de las últimas horas. Parece otro encuadre de habituales película monótonas de madrugadas, excepto por un desenfocado párrafo de números, casi al final, de la que hay tiempo de sobra para aplazar  carreras que conduzcan a encontrar alli  algo importante.

 

Pero la misma monotonía produce  el impulso que lleva a  otros detalles, por el  nombre del remitente que salta sobre el montón de cifras, que apuntan al analista de tendencias de entornos del círculo de amistades. Seguramente contiene data del último estudio de precios de artículos de primera necesidad, en el famoso país con el nombre de Venezuela. Lugar de primordial interes para ambos,  donde se fabula que la unidad monetaria tuvo alguna vez valor superior a la norteamericana. Actualizada esa equivalencia, el cambio supera los tres millones de bolívares por dólar, sin agregar los 8 ceros eliminados a la fecha. Inservibles incluso como parte de pago de cosas gratis, en las que se incluye el aire que allá se respira.   La anecdota refiere que resulta normal borrar los ceros para el regimen tildado  RAE de "chavista", con sentencias populares de "narco dictadura", "corrupta"y "comunista".  

 

Visto desde lejos todavía, la cantidad plasmada en la nota ha de representar algo distinto, porque aparenta una separacion de grupos de dígitos, al estilo de  claves desbloqueadoras de aparatos portátiles.  Las dudas desaparecen con la certeza de que la oferta del mencionado remitente,  en función de su comportamiento usual de persona sofisticada, probablemente surge esta vez por efectos de insomnio,  a respuestas desveladas de un dificil algoritmo de trivia-pasatiempo para el  compartimiento en linea con noctámbulos aburridos.

 

Comienza un cambio de la situacion esperada de una madrugada como tantas otras, al pensar en los peligros que así mismo podrían merodear la cuestión de la cifra larga partida en varios puñitos de a dos, o de tres, que reclaman ajustes de  enfoque cuando se quiera ver bien de qué se trata. La preocupacion surge de repente, al imaginar ataques de virus electrónicos asaltantes de correos, en los que una persona de la lista de contactos, sin ser ella en realidad, acude con ruegos especiales. Solicita el favor urgente  de la asistencia con transferencia de una suma astronómica como depósito temporal, con atrayente porcentaje de ganancia, mediante deposito a la cuenta bancaria personal. Por supuesto, hay que suministrar número y contraseñas para finiquitar la operación. La cantidad en la mente de los inocentes estafados valida el escrutinio de esa probabilidad, enlazada a la serie de números bajo escarbación preventiva.


Todavia a media luz, se nota que este hombre de pestañeos recortados,  adosado a su movil nunca toma en serio las advertencias de lesiones en la vista, por mantenerse pegado al encandelamiento de pantallas encendidas cuando abunda la penumbra,  situacion que aun le rodea después de una hora y bastante de  exposicion continuada a tales riesgos.

 


Recostado a la almohada, algun alivio percibe con el paso de figuras, caras y muñecos cómicos incluso con breves cortonsiones, manos de bendiciones, aplausos, llantos, amores, aprobaciones, o todo lo contrario. Así endereza el cuerpo, decidido a abreviar hacia donde quiere llegar con la extraña secuencia de  los digitos en grupos, pues hay que detener la elucubracion de razones de quien le escribió de madrugada, y hurgar una importancia mayor a simples juegos de trasnochados, por si se refiere a un grito de auxilio a determinada direccion numérica, a la que únicamente se acude a amigos cercanos en estados de emergencias, en momentos del sueño nocturno. El rostro se le transforma con repentina angustia aguda que alcanza la zozobra, cuando intuye algo peor.  Rige la negación a enfrentarse a la primera con el escrito en suspenso, pues mientras permanezca oculto el desenlace, igualmente se prolongará la sensación de que nada va mal. La tranquilidad regresa despacio al repasar rasgos de quien envió el mensaje, un ser sin achaques, incapaz de anticipar anuncios de suicidio, o de otra tragedia, encriptados en numeros,  de extravagancia para llamar la atencion.

 El problema numérico deja de dar tantas vueltas en la cabeza, a juzgar por el ceño distendido y la placidez del rostro. Con sudor de agotamiento, cansacio de la vista y ojos restregados, se aproximaría al final de aquéllos calculos por fuera de disparatadas opciones remanentes, que se disipan solas por esa buena razón, aunque falte solidez  para descartarlas de raiz. Resulta Irremediable volver al inusual texto de la cifra larga, donde hay detalles adicionales que llaman la atención, de segunda mano. En el renglón siguiente, en débiles letras de azul desteñido, de los que al tocar conducen a nuevos contenidos, se sugiere obtener ampliación en una noticia de CNN en español, la misma bajo lupa de "trumpistas" por sus respaldos a la candidatura de Joe Biden en las votaciones presidenciales 2020 de los Estados Unidos.

 


Los noticieros de hoy forman parte de negocios de show y variedades,  presentados por "anclas" de altas calificaciones para el espectáculo.  Las preferencias de los públicos, por su parte, de acuerdo a investigaciones de audiencias,  son inversas a  los grados de seriedad, objetividad, la consulta de varias fuentes, lejanas del chisme o cotilleo. La  práctica periodística responsable luce imposible ahora, en ausencia del margen de veinticuatros horas para sacar a circular una  información verificada, tomando en cuenta los ineludibles  compromisos políticos o comerciales de la línea editorial.

 



De un tris, al ampliar el mensaje por completo aparecen cifras de millones, junto a la misteriosa serie de seis parejas de digitos. El texto apunta además  a un despacho de la CNN en español, de forma distinta a las noticias entubadas con las que favorecen a preferidos de sus tendencias independientes, como afirman las promociones del medio audiovisual.


 


Por esta vez el mensaje de CNN en español toma distancia de especulaciones electorales, para sugerir ganancias verdaderas a sus seguidores, y concreta así: 

 

 "/nadie-gano-el-mega-millions-el-martes-y-el-premio-mayor-sube-a-970-millones/amp/"

 

Inmediatamente, en caracteres

totalmente iluminados .

 

Juégate al 02 13 24 45 67 +22 y vamos a medias.

 


¿A medias?... A media luz por ahora, mientras falte acertar con el boleto del premio gordo.





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