DOMINGO 7: “Cuasimodo”
Se dice que, entre pillos, una de las maneras de darse
ánimo, de convenir “¡Sí va!” cuando a alguno “se le enfría el guarapo” o está
por “rajarse”, sería la de recurrir a los dichos "Malhecho es un jorobado y sin embargo existen" u otro como "Maluco es el bejuco" para persistir con mayor altanería en
cualquier fechoría: “¡Guapos y apoyados contra el que salga!”
En “República Bolivariana” (RB) donde mentir es cuestión de
honor –no existen
errores ni rectificaciones, tampoco el pedir perdón por ofensas voluntarias o
involuntarias–, la manera de cuadrarse con los excesos
cometidos por altos funcionarios guardaría cierta relación con la jerga de los
bajos fondos. El contrahecho “Cuasimodo” sería invocado a diario como el patrón
de los que se encuentran en el poder.
Cuando al Ministro de la Defensa se le fue la lengua y
descubrió lo que tendría como plan “B”
para “darle en la madre” a quien piense diferente a él; en vez de destituírsele
y exigírsele una disculpa al país, en
cambio se le brindó el apoyo irrestricto gubernamental. Lo corriente desde el
gobierno anterior, cuando PDVSA fue convertida en “roja-rojita” y sus fondos cedidos para el derroche en regalos
a Cuba, y a quien quisiera expresar apoyo externo o interno al capricho
machacante y autoritario del “Socialismo Siglo XXI”.
De igual forma, al quitarle al bolívar casi la mitad de su
valor, el mes pasado, a la gente que
creen tonta le aseguran que es por su bien, y
si acusaran que el mercado y la ropa le costara más en lo adelante,
demostrarían total ingratitud y traición al “corazón de la patria”.
La misma explicación operaría a los que protesten por apartamentos mal construidos de la misión “Vivienda”, apagones, abandono de hospitales y de misión “Barrio Adentro”, asesinatos o atracos de un familiar o amigo, la pérdida de empleos por persecuciones a empresas, o el reclamo de medicinas, alimentos y repuestos hace tiempo desaparecidos, o la exigencia de trato justo a presos políticos sometidos a maltratos.
La misma explicación operaría a los que protesten por apartamentos mal construidos de la misión “Vivienda”, apagones, abandono de hospitales y de misión “Barrio Adentro”, asesinatos o atracos de un familiar o amigo, la pérdida de empleos por persecuciones a empresas, o el reclamo de medicinas, alimentos y repuestos hace tiempo desaparecidos, o la exigencia de trato justo a presos políticos sometidos a maltratos.
Para los habitantes de “RB”, pero en especial para los vagos
que no desean trabajar sino vivir del gobierno bolivariano –como en el período
anterior y en el de ahora de Nicolás Maduro–, su apuesta es porque el próximo
14 de Abril la mayoría decida mantenerles la beca y todo siga “excesivamente
normal” según la antigua prescripción –como su autor– de José Vicente Rangel,
en diciembre de 2002, ya hecha entonces en socialismo.
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