DOMINGO 7: ¡TE PELASTE!
Dos hechos irrefutables, percibidos en
vivo y en directo por la población a través de cadenas oficiales de radio y
televisión, ratifican que el candidato
continuista de la “República Bolivariana” (RB) se pela de plano cuando trata de
hacer cálculos matemáticos, particularmente en tiempos electorales.
Los culpables frecuentes de todo cuánto
le sale mal a este aspirante a repetir tres veces su conocido
yugo personalista y militar, hasta ahora no pintarían un comino y lo
abarcarían solamente a él, excluyendo plenamente
a los de la cancioncita que provoca bostezos cuando empieza con mención a la
derecha, los apátridas, el imperio, los
escuálidos, o cualquiera otra ocurrente bobería; siempre salpicadas de risas y
aplausos grabados al tocar el botón el operador del sonido, como se hace en los
programas de chistes.
Las sumas de votantes que garantizarían la
nueva reelección al pretendiente a dominar a la “RB” hasta el fin de sus días,
hay que mirarlas con la incredulidad que producen sus cálculos matemáticos por
televisión, cuando afirma que 5 x 3 da 18, como lo aseveró el pasado 15 de
Junio. Es decir, él estaría tan seguro
de ganar las elecciones venideras como que 5 por 3 es 18.
También aquejados de fiebre electoral,
pero el 10 de Enero de 2009, antes del referéndum del 15 de Febrero, en una
multiplicación simple de una cifra, con la tabla del 7, allí concluyó que 7 x 8
es igual a 52, mientras imponía una modificación de la Constitución Nacional y
procuraba disminuir la abstención para asegurase la reelección indefinida, sin contar que su salud se lo pudiera
impedir.
Así, como no fuera por un inimaginable
fraude electoral capaz de meter en cintura a los del patio y a la comunidad
internacional libre de chantajes bolivarianos, luce muy remota la posibilidad
del régimen de extender su dominio después de 14 años. Por un lado, la oferta
del saco roto de misiones estaría por dar pérdidas impagables, y aquellas
sostenibles no dependerían de caprichos de nadie al aprobarse como leyes de la
República, según solicitud hecha a la Asamblea Nacional con miles de firmas.
De otro lado, el propio comandante-presidente,
con ropa provisional de civil a la caza de despistados ó renuentes, ha ido al
extremo de plantear que “Si no es chavista, no es
venezolano”.
Éste supondría que de la noble Venezuela no quedaría casi nada -ni venezolanos-,
pero si una “RB” exclusiva para los pocos sometidos a la bota, que todavía le aplauden.
En medio país requeté-insultado desde 1998, lo que prevalece es el retiro de seguidores
y simpatizantes, en número creciente de una consulta electoral a otra. Como lo
expresó Martin Luther King: “Nada se
olvida más despacio que una ofensa; y nada más rápido que un favor”. En la
pretensión gobiernera de ganar como sea, resulta difícil imaginar sus cómputos limpios, la aceptación de su derrota el 7-O, y la posterior
entrega del poder sin triquiñuelas.
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