Adictos a Golosinas

Una cualidad de la supervivencia de las especies del reino animal, cuando de cerebros más pequeños se trata, es la de su instinto para burlar cepos y trampas. El truco para saltarse una jugada a muerte a cambio del último bocado, estaría en la barriga llena por parte del irracional; lo que resulta difícil para el humano que rehúsa saciarse "de una". Pagar con obesidad o como presa de cualquier cebo envenenado, sería el síntoma principal de los trastornos de una especie de "cepomanía", o de incapacidad para resistir el impulso de tragar. Del lado de los cerebros mayores, tristemente también terminan cazados los que pasan hambre, por la infamia de perseguidores de esclavos en las tiranías siglo XXI. Las lanzas van cargadas de engaños de golosinas y de riquezas exprés, con boletos gratis para una rifa que carece de fecha de sorteo. Las dos condiciones mencionadas para víctimas de cepos en humanos han sido lamentables en Venezuela, por más de 20 años, vi...