OCTAVITAS TRASNOCHADAS
La alcancía de hoy está cargada de octavitas vernáculas trasnochadas, y a punto de reventar por exceso de frustraciones acumuladas, a la espera ya muy larga de mejores tiempos para desempolvar templetes callejeros y rumbas en hoteles 5 estrellas, aunque aquellas no siempre fueran para bien. De cualquier forma, las nociones de experiencias positivas o negativas merecen conservarse por igual para repetirlas o evitarlas, llegada otra ocasión. Mención aparte entre las peores de la colección de carnestolendas ha sido la aberración de “chavistas” venezolanos de financiar en 2006 ─con fondos malversados de PDVSA, de incansables reincidencias delictivas─ una carroza del carnaval de Río de Janeiro como carantoña al camarada Lula Da Silva, en la Presidencia de allá, y por su respaldo desestabilizador y subversivo desde el Foro de Sao Paolo para toda la América Latina. Por efecto colateral de nostalgias o remordimientos...