TRES Y DOS
Carece de misterios donde se conoce el beisbol, que un "tres y dos" dirige de inmediato a la cuenta máxima de un pelotero al bate, con picheo de tres bolas malas y dos buenas. El lanzamiento en camino decidirá si el hombre se va despreocupado a la primera base, o si regresa a su cueva con "cara de ponchado", que retrata su frustración por la oportunidad perdida en el juego. La cuenta máxima en "tres y dos" se ha hecho popular en cualquier sitio, usada para advertir de un fracaso en puerta, al agotarse el espacio para añadir desaciertos. No obstante, esa regla se burla con violaciones de derechos humanos incluidas, y se causan lesiones crónicas, enquistadas en el hueso colectivo, hasta sobrepasar el medio siglo, y dele, con temeraria ceguera de cuentas de "tres y dos pendientes por pagar. La dictadura castro comunista cubana es una despiadada vergüenza en el catálogo latinoamericano. ...