DOMINGO 7: EL EJE DEL COCO
Del conocido cuento del coco para asustar niños vendría el eje fundamental ideológico y estratégico de
“República Bolivariana” (RB), prescrito por la dictadura comunista cubana a falta de otros argumentos para ganar aceptación.
Allí, la especie escogida para amenazas recurrentes, por una parte, sería de la
clase fascista y de derecha, descubierta con susto propio por uno de sus altos gobernantes
cuando se miraba al espejo; pero luego la encontraría genial para retener
a seguidores.
Por otra parte el inocente “coco”, acusado igualmente de pertenecer a la
familia de la “derecha golpista”, en caso forzoso también aparecería como
principal sospechoso de provocar apagones, desabastecimiento, descomunales
aumentos de precios, sequía de monedas para adquirir en el extranjero repuestos
y materia prima de la industria, el transporte, la agricultura, la ganadería, y
el comercio; en especial si se
resistieran a pagar el peaje de alcabalas bolivarianas.
En “el eje del coco” se
prevén asimismo mutaciones como “oligárquico” y “capitalista”, y estas lograrían a veces el paralizar de
miedo a unos cuantos que reclaman libertades y mejoras aplazadas por la “RB”. Se
les amonesta que valdría cuidarse de “tentaciones del diablo” por riesgos de
perder empleos, aumento de salario, beca, jubilación, el tremendo negocio de
tener casa sin título de propiedad, carros y electrodomésticos desahuciados de reparaciones
debido a falta de técnicos y partes de reemplazo; o a terminar bloqueados a los
privilegios del carnet rojo ofrecidos en las largas colas por las que hacen
pasar a los más necesitados.
Sin embargo, ahora se
registra el fuerte brote del susto de “casi te come el coco”, del lado
oficialista, con el resultado de las elecciones presidenciales del 16-A,
impugnado por la negativa de una auténtica auditoria de los votos atribuidos al
régimen bolivariano. En medio de irregularidades que ponen ese triunfo bajo
sospecha de apropiación indebida, el mismo Dr. Jenkins bolivariano creador del
multifacético insecto, todavía temblaría de terror.
Hacia dentro del país, mediante
regaño gubernamental se culparía a “desagradecidos” o “engañados” de retirarles
apoyo -después de 14 años de desencantos-. A los de fuera en el exclusivo club
“La Espada del Libertador”, Hollywood, “Alba”, “Petrocaribe”, “Unasur”, y en
especial a los vividores comunistas cubanos, se les rogarían renovados
esfuerzos en defensa de la “RB” o perderían gratificaciones para siempre. Como
en la vida real, afortunadamente, a medida que la gente crece se deja de creer
en “cocos” de cualquier tipo.
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