DOMINGO 7: ¡LA ZANAHORIA QUE ES MÍA!

Sólo a quien no siente respeto por nada ni nadie se le puede ocurrir repetir en seres humanos –inclusive –, la infeliz trampa “cazabobos” de colocar una zanahoria por delante de la mula o del burro de carga, para que suba la cuesta, o vaya más rápido. Así irían las promesas electorales del “candidato del pasado”, engañando al pueblo que aún creería que el agua del río se devuelve y que, ahora sí, él cumpliría con lo dejado de hacer en 14 años, agotando gran parte del dinero de los venezolanos en regalos a extranjeros. Sin embargo, el pensar que los demás responderían al tratamiento como animales arreados con zanahorias, revelaría igualmente que quien lo pretenda sería de una peor especie. Muestras quedarían en la falta de vergüenza al decir en público: “Ahora, sí tengo que exigir muchas cosas, acuérdense, toma y dame (...) porque hay gente que se acostumbra a pedir a pedir y a pedir y uno da y da y da y después reciben puñaladas por la espalda" , ...