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Mostrando entradas de marzo, 2017

No es lo que crees, por Josué D. Fernández (*)

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Casi nunca es fácil convencer a otros de las equivocaciones que registran sus ojos, en especial si ellas remiten a situaciones que se percibirían como comprometidas de alguna manera para las partes en la escena. Las obras del “Op-art” de mediados del siglo pasado, en particular las firmadas por el considerado padre de la modalidad, Víctor Vasarely, serían unas de las evidencias preferidas para demostrar que el sentido de la vista es imperfecto, y podría hacer malas jugadas aun con evaluación óptica certificada de 20/20. La dirección hacia el foso, o totalmente opuesta hacia la cima, casi al mismo instante, es uno de los temas populares del Op, con los que la gente se ha acostumbramos a vivir.  Ha llegado incluso, a usarlos como prisma para calibrar situaciones cotidianas, en el sentido de que todo cambiará con poco esfuerzo. Por ejemplo, es el día a día de los desengaños sumados en la Venezuela que apenas subsiste bajo secuestro de un régimen, del que existen registros público

Pirámide Hueca, por Josué D. Fernández (*)

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En el milenio que corre y antes, a ese sólido geométrico cuando se lo descubre hueco, probablemente es señal a destiempo de algún fraude del que hemos sido víctimas.  Por lo general, da nombre a nuestra tontería de creer en una  gran riqueza que resulta tangible únicamente para los que se hallan encaramados arriba, y a la que aspiramos imitar con solo invitar y engañar a dos inocentes que paguen la  misma contribución que ya transferimos a las cuentas de los primeros en la lista, y que se encargarán de empujarnos más cerca de la fortuna súbita. “Castillos”, “El Telar”, “La Flor de la Abundancia” son alias de presentación social, con los cuales aparecen en  salones calculádamente escogidos para aproximarse a sus públicos, entusiasmados estos previamente para oír testimonios y promesas de triunfadores casi sin esfuerzo, venidos de la nada. De otro lado, la estrategia idéntica pero llevada a la escala de país, utiliza plazas y avenidas, estadios y demás auditorios gigantes, para

RETORNO DE LA LICANTROPÍA, por Josué D. Fernández (*)

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De vez en cuando hace falta repetir la narración de experiencias pasadas, que de mantenerse en las mentes de siguientes generaciones les prevendrían de chascos, o simplemente de pérdidas de credibilidad  y seriedad en apariciones públicas. Tal auxilio podría ser vital para mantener el respeto de los demás, evitando la sorna que ocultan frente a reposiciones de una licantropía aparente y a destiempo, la cual despertaría sospechas de “trastornos mentales en que el enfermo se cree transformado en lobo e imita su comportamiento”, según prescribe la Real Academia Española. En sentido general, la ignorancia de la clave de la supervivencia en épocas distantes sería una causa suicida para la proclamación voluntaria de parentescos con seres salvajes que, de ellos poder imitar voces comprensibles para los humanos, posiblemente también rugirían “No nos van a domesticar, vamos a seguir portándonos mal”. Significaría hacer valer su naturaleza depredadora mediante búsqueda indiscriminada de pres

MÁS-BURRO, por Josué D. Fernández (*)

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Las comparaciones y metáforas, valiéndose de algunas bondades o de ofensas a los animales, son tan antiguas como la Biblia, y tal vez de más atrás si se hicieran lecturas pertinentes de los jeroglíficos. Sin embargo, esa licencia  para el uso indiscriminado del idioma  entre gente casi siempre honesta estaría por agotarse,  de continuar regándose por el planeta el reclamo de defensores y defensoras de la dignidad de aves, mamíferos, peces,  insectos, y de cualquier otra especie de ese importante reino natural. Un ejemplo, medio en serio,  medio en broma, lo ha aportado el mexicano Raúl Mendoza, quien hizo constar  que “con esta medida se generará conciencia sobre la conservación de animales mediante la erradicación de la violencia lingüística, logrando éxitos como lo sucedido tras la popularización, en gobiernos anteriores, del ambigenérico para referirse a las y los ciudadanos, disminuyendo con gran éxito la violencia de género que tanto daño había hecho al país.” No ob