MAREAS ALTAS, Josué D. Fernández (*)

Entre los primeros aprendizajes en la escuela básica están precisamente los efectos de la atracción de la Luna sobre las aguas, sus mareas y demás envolturas del planeta Tierra. Sobran explicaciones de la maestra,  interpretaciones de iluminados,  o diagnósticos de salas situacionales, para comprender de inmediato el peligro potencial que representan. De allí quizás, que se sienta miedo desde pequeño a terminar en la lista de individuos a los que les “pega la luna”, son “lunáticos”, o “andan en la luna…”


Por iniciativa propia, entonces, para protegernos de maleficios, reales o supuestos, tratamos de aprender rápidamente cuáles fases serían las más amenazadoras, y descubrimos como tales a la “Nueva” y la “Llena”. Nuestro libro aclara que, cuando hay luna nueva y llena, el Sol, la Luna y la Tierra se alinean y las mareas son mayores. Se llaman mareas vivas. Las mareas de mayor intensidad se producen en luna nueva, ya que la gravedad de la Luna y del Sol tira en la misma dirección y suma.

Con tanta sapiencia al alcance  de cualquiera que asistiera a las aulas elementales, solo se podría atribuir a “crasa ignorancia” el haber pasado por alto que los primeros días de este mes de septiembre estaban bajo el dominio de la luna nueva. Sin saber mucho de predicciones y probabilidades resultaría imprudente, por impredecible, acercarse a un lugar rodeado de mar por todos lados, y aguardar resultados favorables, con esa marea viva por delante.


Cosas del “mejor cazador al que se le escapa la libre”, ningún asesor impidió no obstante al Presidente de República Bolivariana que retara al tiempo adverso. Así se fue a la isla de Margarita, a “Villa Rosa” específicamente,  en plena luna nueva a desafiar la alta marea, y el descontento de sus habitantes en niveles elevados probablemente por las mismas circunstancias climáticas.

Todavía bajo el influjo de salida de esa alta marea, fue un mal rato al que fue obligado el mandatario y su comitiva, con piedras y puñetazos incluido. La calentura de los habitantes de “Villa Rosa” no se apaciguó y se elevó con la desproporcionada represión, detenciones policiales, y provocaciones de milicias oficialistas, todas las cuales propiciaron coberturas de la prensa no comprometida con el régimen, nacional e internacionalmente, convirtiendo el asunto en noticia de primeras planas y en propaganda negativa.

Ahora se aproxima en la Isla de Margarita el ciclo de luna llena, y su correspondiente alta marea, coincidiendo con las fechas culminantes de  la décimo séptima Cumbre de los Países No Alineados. Ocasión según se dice que podría agravar las complicaciones conocidas, de continuar la iracundia y las medidas de fuerza oficialistas contra el pueblo, en vez de liberar a presos políticos y aflojar las riendas del referendo revocatorio como acción pacífica y democrática para abrir el horizonte a Venezuela. ¡Todas las naciones seguramente admirarían la sabiduría presidencial!














Comentarios

  1. Me parece importante resñar este suceso y su vinculación con la marea alta. Estoy totalmente convencida de la veracidad de estos hechos. Un abrazo, a mi ex alumno, ahora, maestro, Gloria Cuenca.

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    1. Me honra tu generosa distinción. Gracias por tu respaldo que hace más valiosa la preposición a los ojos de todos.

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    2. Favor leer proposición por preposición. Gracias.

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