DOMINGO 7: Guasa “muy ruda”
Una guasa, pero ruda y cruel, podría ser la mejor
explicación de cuanto acontece en República Bolivariana (“RB”). De forma
altisonante además, y con estragos profundos causados a la población en el
estómago, la salud, la higiene diaria, la seguridad en calles y hogares, en interrupciones
de servicios de agua y luz, en desempleo, en el saqueo del dinero público, etc.
En ausencia de algún
logro encomiable que convalide el sentido de la palabra gobierno, referida a entes responsables,
la única función visible del llamado propiamente régimen de “RB” es la que ostenta
con prominencia su más alto vociferante. Micrófonos, cámaras de TV, páginas de
prensa oficialista, se llenan diariamente de sus insultos, descalificaciones, y
burlas, desesperadas, nerviosas y desencajadas, las cuales ya son recogidas por
el grueso de las audiencias como proyecciones del mismísimo yo del personaje.
El guión usado quizás proviene de la dictadura castro-comunista,
de la misma pauta de Fidel cuando se refugió en el tono altanero para dirigir proselitistas
improperios a los Estados Unidos de América. Los mensajes de ahora, casi
iguales, responderían a un formato de espacios en blanco para colocar nombres y
propósitos torcidos a cualquier vocero o acción proveniente del mundo libre,
que denuncie la actual tragedia venezolana.
Desafiando la antigua enseñanza
del bachiller Sansón Carrasco, en El Quijote II 4, sobre “nunca segundas partes fueron buenas”, el fallecido cabecilla original de la tropa
asaltante bolivariana se arriesgó a plagiar a Fidel en sus desplantes dedicados
al imperio enemigo norteamericano, y falleció sin ver el completo ocaso de su
popularidad, por su regalada veneración. Así, su testamento expreso fue para
encumbrar a quien simplemente le remedara, incluyendo la idolatría fidelista, bien lejos de atreverse a pensar en hacerle
sombra al intrascendente legado de su Socialismos Siglo XXI.
¿Qué resultado aún peor aguardará
ahora a quien remeda al difunto antecesor, y a su vez al plagio de Fidel, con
base al remake del agotado “bloqueo” reencauchado aquí en “guerra económica”? La pesadez del conductor suplente ha dejado su
suerte a voluntad de unos pocos militares, y de jueces al margen de la
Constitución Nacional y las leyes, a falta del respaldo de sucesivas votaciones
ventajistas del pasado. Perdida como está por su propio autor la imaginaria “guerra
económica” aunque el país sucumbe seriamente en una auténtica y prolongada
postguerra, solo las oraciones que se extienden de norte a sur, van quedando
como la fe por un mañana mejor.
Nadie
en su sano juicio apuesta por una restauración de repúblicas dejadas atrás. El
deseo de las mayorías comienza por recuperar la paz para la reconstrucción de valiosos
eslabones rotos con familias y amigos de adentro y de afuera, por efecto de
reiteradas cizañas. Luego seguirá el indispensable respeto al otro, y el
establecimiento de una vía de credibilidad y legalidad para renovar instituciones
y retomar la producción de bienes y facilidades desaparecidos. De prolongarse más
la guasa bolivariana, creciendo hoy en rudeza y crueldad, quienes la sobrevivan
tal vez disfruten del consuelo del que ríe
de último y ríe mejor.
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