DOMINGO 7: “Fidel Mon Amour”
El apelativo
de “mon amour” se utilizó en el título de un clásico de 1959 dirigido por Alán
Resnais, en el que se cuenta una historia romántica ubicada en Hiroshima,
mediante un tinglado que pareciera haberse repetido en el episodio del
“Manifiesto de Bienvenida a Fidel Castro”, a principios de 1989, en Caracas.
Allá y aquí, el amor que
expresan los personajes es el verdadero protagonista, y las demás
circunstancias adquieren condición
secundaria.
De este lado,
amor puro sin reparar en la “viga en los ojos propios” explicaría la entrega de
911 venezolanos en su mayoría, viviendo en democracia, a una babeada pasión por
un dictador que llevaba ya 30 años de abusos, fusilamientos, persecuciones,
torturas y cárcel para disidentes, e intromisiones armadas en otros países,
incluida la misma Venezuela. Además, sin la menor pizca de decencia para abogar
por solidaridad elemental con los que en la Isla padecían el régimen de la
intolerancia y la tiranía desmedidas.
Para los que ahora han
leído sobre esta famosa adulación local a Fidel Castro, y no entienden, habría
que destacar en primer lugar que lo grandioso no fue tanto el número de los
“abajo firmantes”, sino el de las rúbricas quedadas por fuera, incluso del
depósito de rigor, aunque con méritos de sobra para aparecer entre los
“intelectuales” y “artistas” de la época, dispuestos a cobrar después a fuerza
de “patria o muerte”. La explicación que
podría darse, adicional a la voluntad de desmarcarse de esa élite escandalosa,
quizás esté en el celo de los promotores a compartir con cualquiera su elevada categoría
progresista y de avanzada. Sin embargo, da la impresión que el asunto fue
cocinado en la UCV y adyacencias, y no alcanzó para ir mucho más lejos.
Por otra parte, gran
cantidad de nombres de los que allí aparecieron -desparecidos
25 años después-, tal vez sucumbieron a la tentación de una graduación exprés de
“intelectual” y “artista” de un solo “remitidazo”, y abultaron la nómina sin
mayor exigencia. Para algunos probablemente fue un simple ataque de
inconsciente vanidad, por la promesa de dos días seguidos de notoriedad, garantizados en el despliegue de “El Nacional” y “2001”. De cualquier manera, en conjunto, ellos despertaron la
envidia de miles que no fueron requeridos, y tendrían ilusiones de aparecer en
ese ágape.
Los fieles enamorados
25 años después -casi en extinción-, los de rectificaciones y oportunas redenciones -mayoría
abrumadora entre los verdaderos “intelectuales” y “artistas”- todos tienen
nombres y apellidos que se encuentran en: http://www.venezuelavetada.com/2011/04/manifiesto-de-bienvenida-fidel-castro.html. La lista
nacida pública, reflejo de mentes abiertas apoyando equivocadamente proposiciones diferentes
aun totalitarias, contrasta con la
inquisición malévola apodada Tascón y desatada contra afirmaciones democráticas
del pueblo, o la “Maisanta” atribuida a Ismael García. Tres sucesos de
recolecciones de firmas, la primera de
la cuales se amparó en una discutible condescendencia, mientras que las otras
dos surgieron de cacerías propiciadas por la dictadura castro-comunista de
plena influencia en la ahora República Bolivariana, y que en febrero de 1989 se
intentaba presentar como “entrañable referencia en lo hondo de
nuestra esperanza”. ¡Negra esperanza aquella!
No se sabe si da más tristeza que repulsión...Terrible
ResponderEliminarPero quería comentarte acerca de la entrada donde dices que el "Honor al mérito" pasó a ser algo totalmente devaluado ¿Es que acaso ya no es así?...Dios tenga misericordia de nosotros
NOTA: He llegado por aquí gracias a la recomendación de tu amigo, el escritor Heberto Gamero, por cierto...fue una buena recomendación. a tus órdenes en el blog tigrero
www.tigrero-literario.blogspot.com
Nunca es tarde para releer tu comentario. Abrazos Alí.
EliminarGusto de compartir, y complacido por no haber defraudado a Heberto. Visitaré al tigrero-literario en la primera oportunidad. Abrazos
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