DOMINGO 7: Hombre Mediocre “S.S.XXI”
Rodilla en tierra y doblegado, es una de las tantas representaciones de
“El Hombre Mediocre” del argentino José Ingenieros, nacido en Italia como
Giuseppe Ingegnieri. Su solvencia ética le impulsó a procurar que las prédicas
de su libro inspiraran políticas públicas, pero pronto comprobaría que estas no
encajaban con vagabunderías totalitarias, parecidas a las puestas en práctica en
“República Bolivariana” (RB) un siglo después.
En el proceso de decepciones personales profundas –como hoy las padecen
millones de personas opuestas a los regímenes dinosaurios y momificados de Cuba
y “RB”–, Ingenieros transitaría en la segunda década del XX de miembro del grupo “Claridad” de
tendencia comunista, a la “Unión
Latinoamericana” contra el imperialismo, y finalmente a discrepar contra la
corrupción del “socialismo de estado”, para terminar abiertamente como
simpatizante del anarquismo.
Los valentones –y valentonas– en “RB” cuando
tienen armas de fuego apuntado al pueblo en resguardo a contragolpes por abusos
y errores; los culpables de fraudes electorales y de espionajes y grabaciones avalados
con impunidad judicial; los sindicalistas en contra de sus propias
reivindicaciones; hasta las agonías encubiertas para socavar dignidad a la
muerte de un ser humano, son bajezas mediocres bien tipificadas por Ingenieros
con la autoridad de sus conocimientos como médico, psiquiatra, psicólogo,
criminólogo, farmacéutico, escritor, docente, filósofo y sociólogo.
En época de
retrocesos a etapas dejadas atrás en casi toda América Latina, los textos de
Ingeniero se vuelven a citar como referencias clave para rescatar el rumbo
perdido. Así se repite que “Los hombres y
pueblos en decadencia viven acordándose de dónde vienen; los hombres geniales y
pueblos fuertes solo necesitan saber a dónde van”. De igual autor: “El mediocre rechaza el
diálogo, no se atreve a confrontar, con el que piensa distinto. Es fundamentalmente
inseguro y busca excusas que siempre se apoyan en la descalificación del otro.
Carece de coraje para expresar o debatir públicamente sus ideas, propósitos y
proyectos. Se comunica mediante el monólogo y el aplauso”. José Ingenieros en 1918 fue nombrado Maestro
de la Juventud de América Latina, en medio de la Reforma Universitaria de entonces.
“El
mediocre ignora el justo medio, nunca hace un juicio sobre sí, desconoce la
autocrítica, está condenado a permanecer en su módico refugio.Esta
actitud lo encierra en la convicción de que él posee la verdad, la luz, y su
adversario el error, la oscuridad...”
Lo importante no es que el beneficiado del "Liceo" lo sepa, es vital que lo sepa el común, el que no ha tenido la oportunidad de estudio ni siquiera básico. Es menester insistir en difundir estos criterios hasta el mas humilde novel de la enseñanza.
ResponderEliminarEs la idea del autor, mantener un lenguaje al nivel de estudiantes de cualquier nivel de manera de despertar interés por estos temas. Gracias por la lectura.
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