DOMINGO 7: “FANTOCHES”
Desde
febrero de 2012, el conjunto de medios propagandísticos de “República
Bolivariana” (RB) y sus máximos dirigentes han tenido la tarea de afirmar que,
en el peor de los casos, el Presidente-Comandante en Jefe tendría una lesión
que tal vez lo llevaría nuevamente al quirófano, pero sin llegar a afectar su
salud como obstáculo para optar a la prórroga de su mandato, hasta el 2019.
Todavía en medio de su última gravedad, en esa misma onda de burlarse del
pueblo, no llega a 15 días el cuento del
Vicepresidente Nicolás Maduro sobre
una "llamada directa" de unos 20 minutos del mandatario del país,
Hugo Chávez, quien está caminando, haciendo ejercicios y le dio "un
conjunto de órdenes de trabajo".
Sin
necesidad de recurrir a los acertados informes del periodista Nelson Bocaranda
ó del Dr. José R. Marquina, y más bien apegado a los partes del ministro
Ernesto Villegas, ya van varios días de un estado de gravedad tal que
permitirían deducir que sólo para agravar más al magno paciente le estarían
involucrando en las decisiones de los hermanos Castro. De allí las denuncias de un
virtual secuestro con excusas médicas, para garantizar las cuotas de manutención
a los cubanos, aún después del fin de la era bolivariana, evitando las
confrontaciones de los herederos legítimos con méritos suficientes para aspirar
a la sucesión.
Por
su parte, el Presidente de la Asamblea Nacional hasta este 5 de Enero y quizá
en lo adelante, ha asegurado, a quien dudara de su desinteresado apego, que “yo y que me fui para La Habana, no fue ayer
nada más, yo he ido todos estos días, voy y vengo, porque si yo pudiera estar
todos los días visitando al compañero Chávez allá, viendo cómo está, iría todos
los días". También después de uno de esos tantos viajes, el dos de
enero pasado, finalmente avisó que “los Chavistas tenemos muy claro lo que haremos”, en
relación a la eventual inasistencia del presidente electo a la toma de posesión
del jueves entrante.
Algunos cronistas de la historia de Pinocho “el
títere de madera”, lo describen como “autoconsciente
y gamberro, que aspira a convertirse en niño, y constituiría uno de los
primeros mitos de la historia de la literatura infantil. Pinocho refleja las
preocupaciones pedagógicas que siempre tuvo en mente su autor, y supone un
aguijonazo contra la mentira y la pereza, así como una advertencia sobre las
consecuencias de las “malas compañías” (*). Demasiadas lecciones, omitidas todas en
la “RB”. ¡Amanecerá y Veremos!
(*) http://www.guiascostarica.com/pinocho/
Comentarios
Publicar un comentario