DOMINGO 7: GRAN MISIÓN “PIRÁMIDE”
La
fingida inocencia de cualquier cristiano, al dejarse engañar por ganancias de toda
clase con ofertas baratas, poco trabajo y sin sudar ni una gota, es la que hace más
pobres a los engatusados por distintos métodos. Sin embargo, a veces se da la
“justicia divina” que no cree en compra de jueces ó sobornos; y los embaucadores o “embarcadores” como
también se les conoce en Venezuela, terminan a su vez colgados de un árbol, oprimiendo
un gatillo en su sien, ó padeciendo con incurable muerte lenta el derrumbe del
fraude que montaron.
Al final
llegaría la ruina para perdedores de ahorros jugados a la lotería; en casinos; esperando
sentados el dinero fácil de una usura al diez por ciento mensual; y hasta soñando
despiertos la retribución de grandes capitales cuando se alcanzara una prometida
“punta de pirámide”. Peor es el caso de creyentes en gobiernos que siempre podrían saciar algunas necesidades
populares, sin que nadie tuviera que costear “platos rotos” de los vividores
que comían de gratis, a costillas del hambre para mañana de muchos otros.
En la
“República Bolivariana” (RB) se tiene
instalada una gran pirámide desde
sus inicios hace 14 años, la cual ha reportado enormes ingresos en dólares del
“imperio” al “cogollo rojo” que expropió la “punta”, y que peleará como sea
para no aflojarla. Mientras tanto, la mayoría sufre en ascuas porque sí sabe
que tendrá que costear con graves sacrificios propios los excesos “bolivarianos”. “En 1998 la deuda externa total del país rondaba los $ 39.911 millones,
de los cuales $ 28.455 millones (70%) eran deuda pública. Hoy (1 trimestre de
2012, fuente BCV) ese número es de $ 107.484 millones donde $ 95.554 millones
(90%) son deuda pública”, así lo escribió recientemente Luis Oliveros, en “El Universal”.
Contando
con el petróleo, la “RB” montó un esquema piramidal suponiendo ingresos, en
crecimiento constante, debido a las ganancias en alza de sus exportaciones. Pero,
la llegada de dólares se estancó por esa vía, aún con tendencia a la baja, y el
país tampoco aumentó la producción por la carencia de apoyo técnico, el
abandono de pozos y la falta de
inversiones. Así, el desastre inevitable comienza con los desesperos de
los de arriba, atrapados por mentiras de promesas imposibles, para disfrazar
los hurtos a la población a pura labia y triquiñuelas; y ahora empeñados en
prolongar la estafa hasta por 20 años.
Después
del fiestón, el “ratón” ataca con razón
a los que disfrutaron del bonche, aunque con extrema injusticia y crueldad a
quienes ni siquiera dejaron acercárseles, impedidos por los anillos de seguridad
cubanos. Según pronóstico del grupo “Nomura” de servicios financieros, PDVSA debería destinar a pagos de deuda $
7.000 millones anuales hasta 2017, vendiendo el futuro de todos los venezolanos
en papeles, con altos intereses añadidos, como gusta a los jugadores a la “ruleta
rusa” rebautizada “bolivariana”.
Comentarios
Publicar un comentario