DOMINGO 7: BOTÓN
Por Josué Domingo Fernández Alvarado
Después de tantos años en las
alturas, con privilegios inimaginables
cuando no se era rico, parece que el vértigo aturde y el cuerpo se acartona a extremos que hasta
se olvida, o es difícil recordar, la sabiduría aprendida en la calle en refranes
populares que enseñarían, por ejemplo, que “para
muestra basta un botón”. Tal sería
la situación de muchos en el gobierno venezolano, refrendada de nuevo con descalificaciones
y sucias dudas sobre la decencia del reciente proceso de Primarias. A la cabeza se coloca el
Presidente de la Asamblea Nacional cuando,
también convencido él de que son nada los últimos trece años de excesos de su
Comandante en Jefe y los veinte de su golpe militar contra la democracia, todavía
asegura que hay venezolanos que "se equivocan tanto porque desconocen cómo
es de verdad el Presidente (de la República) y lo que ocurre dentro de la
Fuerza Armada".
Esa presunción de conocimientos
desconocidos para la mayoría y de una inagotable inteligencia superior, habitual en quienes ejercen el poder, les llevaría además a asumir el papel
de arrogantes intérpretes de toda la gente -aunque no pasen de hazmerreires
según el grueso de la población-. La enfermedad del despiste gubernamental nacería,
crecería y se contagiaría en el absurdo de un llamado “Alo Presidente”, al que nadie llama en realidad. Allí, al
estilo de las cadenas, las horas acumuladas son infinitos monólogos, sin voces que
escuchar distintas a la propia, y la consiguiente comunicación solo con ellos mismos. Una situación que se
repite hasta provocar mareos, quedando espacios ociosos para humos subidos, con supuestas adhesiones en
aumento tras casa palabra de su astuta inspiración.
Como se trataría de cerrar
completamente los oídos incluso al buen juicio,
y a la convivencia ciudadana en democracia, el asunto arropa a los distintos niveles oficiales a
veces con terribles confusiones conducentes a delitos de lesa humanidad, en chascos por reproducir libretos de
escenarios donde civiles son acorralados
por soldados armados y paramilitares de refuerzo, y así preservarían el poder absoluto de tiranos.
Para el triste recuerdo de la Nación quedaría la advertencia proferida el
pasado 4 de Febrero por el general de división Cliver Alcalá Cordones, al estimar
en sus filas el reclutamiento de “12.400 compatriotas revolucionarios,
socialistas, antiimperialistas y chavistas".
Mientras se acortan los días del
régimen, puesto a la defensiva, esos episodios que dejan boquiabierto a más de
medio país seguirán empeorando. Hoy es
bien sabida la sarta de insultos desde la Presidencia, y adicionalmente, la
persecución de la identidad de los electores del candidato de la Unidad
Democrática, a través de un amparo del TSJ lleno de errores pero causante de un
joven fallecido en Maracay. De ñapa,
tampoco faltan intrusos asaltando la tribuna criolla, como Fidel Castro cuidando
los fajos de dólares de regalos venezolanos, en plan de “pitonisa”
recurre al adulante pronóstico de que "no le pueden ganar a Chávez, es
absolutamente imposible por muchas cosas que digan y hagan".
Venezuela estaría advertida de sobra
de la inexistencia de límites para satisfacer ambiciones de poder, y el
reconcomio de gratis. Una antigua referencia en la Biblia reza, en el libro de Mateo 7.16: Por los
frutos los conoceréis. Terminando con palabras prestadas de sermón
dominical, se dice que “De la misma
manera, usted puede conocer el corazón de una persona por las obras que hace. Fuera
de la iglesia, el pueblo repite que “Lo que está a la vista no necesita
anteojos”.
es una puta mierda, como se hace un puto boton?
ResponderEliminarEvidente falta de sentido del buen humor y del respeto a los demás. Mal por tí cañete
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